Uriel Loera Sosa, de 35 años de edad, que fue “levantado” en el municipio de Pabellón de Arteaga durante el pasado mes de enero, fue encontrado torturado, ejecutado degollado y en estado de descomposición en el fondo de un pozo en el municipio de Guadalupe, Zacatecas.
Su cadáver fue localizado el pasado domingo 12 de marzo en la comunidad La Zacatecana, perteneciente al citado municipio de Guadalupe.
Ese día, minutos después de las tres de la tarde, las autoridades de Guadalupe recibieron reportes anónimos en el sentido de que de un pozo en dicha comunidad emanaban olores fétidos y se creía que en el interior se encontraba una persona sin vida.
Lo anterior provocó la movilización de elementos de las corporaciones policíacas, que al arribar confirmaron que en el fondo del pozo se encontraba un hombre muerto y en estado de descomposición, por lo que el área fue resguardada.
Poco después arribaron agentes de la Policía de Investigación para realizar las pesquisas correspondientes y peritos del Instituto Zacatecano de Ciencias Forenses, que llevaron a cabo la extracción del cadáver.
El cuerpo fue trasladado al Servicio Médico Forense para la práctica de los estudios de ley, que determinaron que el hombre fue torturado y degollado para luego ser arrojado al pozo.
Además, posteriormente fue identificado gracias a unos tatuajes.
Se estableció que el hombre ejecutado era Uriel Loera Sosa, que en enero fue “levantado” en el municipio de Pabellón de Arteaga, Aguascalientes.
Desde entonces, sus familiares comenzaron a buscarlo y acudieron a la Fiscalía General del Estado para denunciar su desaparición.
El domingo 12 de marzo, personal de la Fiscalía de Zacatecas los contactaron para informarles que habían localizado, en el municipio de Guadalupe, el cuerpo sin vida de un hombre con tatuajes similares a los de Uriel, por lo que requirieron su presencia para identificar el cadáver.
Los familiares de Uriel se trasladaron a Zacatecas y lo identificaron plenamente.