México, 22 abr (EFE).- La crisis económica provocada por la pandemia del coronavirus hace tambalear la viabilidad de los grandes proyectos emblemáticos del Gobierno de México sin que se vislumbre un mínimo cambio de estrategia a pesar de su dudosa rentabilidad.
La refinería de Dos Bocas, el Tren Maya y el aeropuerto de Santa Lucía son, junto con los programas sociales y la austeridad, los principales pilares estratégicos del presidente Andrés Manuel López Obrador que se mantendrán a rajatabla, según dijo este miércoles.
La refinería de Dos Bocas (en el estado de Tabasco) es, sin duda, el proyecto mas controvertido ya que antes de estallar la actual crisis del petróleo era criticado por su inviabilidad por expertos del sector energético.
Con una inversión que puede superar los 10.000 millones de dólares, la refinería de Dos Bocas es el mejor ejemplo de la obstinación de López Obrador por mantener adelante proyectos que por la doble crisis del petróleo y la causada por la pandemia demuestran su dudosa rentabilidad y necesidad en las actuales circunstancias.
«En realidad son proyectos electorales. López Obrador sigue en campaña y nada le hará cambiar de opinión. Se siente iluminado y él mismo presume de ser muy terco», explicó a Efe el empresario Horacio Fernández.
Con el precio del petróleo por los suelos, López Obrador insistió este miércoles en que sus proyectos estratégicos seguirán adelante al tiempo que anunció un plan de austeridad para reducir gastos con la eliminación de diez subsecretarías y rebajas en los sueldos de los altos funcionarios.
El presidente dijo que ello permitirá superar la crisis sin aumentar los precios de los combustibles, sin aumentar los impuestos y sin endeudar el país.
EMPRESARIOS ALARMADOS
La mayoría del sector empresarial mexicano escucha alarmado que López Obrador no tenga la intención de corregir sus planes, pero al mismo tiempo estiman que no se puede esperar otra cosa por su forma de ser.
«Nadie le hará cambiar de opinión. Es su estado natural. Solamente una pérdida de su popularidad o la presión de los mercados internacionales y de Estados Unidos le harían cambiar», afirmó Fernández, quien lidera una iniciativa de empresarios y grupos sociales en Jalisco para luchar contra la crisis.
La decisión de mantener a toda costa la construcción de la refinería de Dos Boscas permitirá, según López Obrador, producir más gasolina en México y dejar de comprar el combustible en el extranjero.
«Eso nos ayuda a atemperar la crisis por el desplome en los precios del petróleo crudo», aseguró este miércoles.
El objetivo de López Obrador es llegar a 2024 con una producción de 2,65 millones de barriles diarios y reducir la deuda de más de 106.000 millones de dólares de la petrolera estatal Pemex, lo que contrasta con la realidad actual del mercado.
Fuentes del sector estiman que resulta muy complicado que la refinería de Dos Bocas esté terminada en tres años, por lo que resultaría insostenible su eventual rentabilidad dada la incertidumbre en la evolución del mercado mundial del crudo, mientras la deuda de Pemex no tiene perspectivas de reducirse.
Por su parte, el sector empresarial considera que ante la gravedad del impacto económico de la pandemia el Gobierno mexicano sigue sin aportar medidas de apoyo.
Según el segundo informe del COVID-Industrial, de la Confederación de Cámaras Industriales (CONCAMIN), más del 94 % de las empresas encuestadas declararon encontrarse afectadas por la crisis de la pandemia.
El 57,3 % ha visto disminuidos sus ingresos entre el 51 % y el 100 %, el 60,2 % ha tenido bajas de demanda y el 49 % ha tenido que disminuir el personal contratado.
El 99 % de las empresas aseguran que no han recibido ningún apoyo del Gobierno federal, mientras que el 10 % sostiene que ha recibido ayuda del Gobierno estatal y el 5,48 % del Gobierno municipal.
LA APUESTA POR EL TREN MAYA
López Obrador destacó también este miércoles la importancia del Tren Maya, cuyo primer tramo comienza a construirse el 30 de abril, a pesar del estado de emergencia nacional, por considerarlo un proyecto estratégico con un costo inicial de 7.000 millones de dólares.
El tren moderno, turístico y cultural circularía por los estados sureños de Chiapas, Campeche, Tabasco, Yucatán y Quinta Roo.
Entre los problemas del proyecto destaca que su financiación proviene de los recursos de promoción turística del país que hoy son más necesarios que nunca habida cuenta del impacto de la pandemia en el sector turístico.
El director del Centro de Investigación y Competitividad Turística de la Universidad Anáhuac (Cicotur), Francisco Madrid Flores, aclaró que los recursos para su construcción deben provenir de otras fuentes que no sean las de la promoción turística.
Madrid considera que para impulsar el turismo de la región es mejor detonar una red de vuelos e infraestructura aérea y dado que el mundo ha cambiado en unos meses por el coronavirus las necesidades inmediatas no pasan por darle prioridad al Tren Maya.
A pesar de la dudosa rentabilidad de Dos Bocas o el Tren Maya, el publicista Roberto Gaudelli considera que López Obrador continuará obstinadamente con sus proyectos emblemáticos.
«Seguirá con ellos a toda costa. Como mucho puede reducir algo la inversión, pero en su estrategia sería suicida cancelarlos», señaló Gaudelli.