México, 28 ene (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aumentó este martes la polémica para deshacerse del avión presidencial, un Boeing 787 adquirido en 2015 con un costo millonario, al mostrar el diseño del boleto para el potencial sorteo.
«Estamos trabajando en eso, si no sale el comprador en estos días ya quedamos (…) si no sale un comprador, una oferta, vamos a seguir con este plan y va muy probablemente la rifa (sorteo)», dijo López Obrador durante su conferencia de prensa de todos los días en Ciudad de México.
El mandatario dijo que la semana próxima resolverá el tema ya que sostendrá una reunión con los participantes del gabinete sobre este asunto.
«Estoy recibiendo mucha solidaridad en la idea de que se rife el avión», agregó.
Al presentar el boleto de la rifa, el mandatario recordó que el dinero que se obtenga de la venta del avión se va a utilizar para la compra de equipo médico y explicó que por ello el boleto llevará la leyenda: «Es una cooperación para equipos médicos y hospitales donde se atiende de manera gratuita a la gente pobre».
Dijo que su única preocupación es que el avión es un bien «que significa mucho dinero» y el dinero es una tentación, «a veces es la madre y el padre del diablo» y quiere que nadie se eche a perder o se destruya una familia por la avaricia que pudiera generar.
Sobre el plan de la venta de billetes dijo que ya trabaja en eso y recordó que posiblemente sean 6 millones de números, billetes, «cachitos» como le llaman en México, con un costo cada uno de 500 pesos, unos 26,5 dólares.
Dijo que para el sector privado y empresas se destinarían 4 millones de billetes.
«Los empresarios nos están ayudando mucho y quieren participar y es muy probable que se haga una convocatoria para que 100 o 200 empresas participen y adquieran unos 40.000 billetes que son 2.000 millones de pesos (unos 106 millones de dólares)», dijo López Obrador.
Señaló que si son centros comerciales «podrían, como promoción, por una determinada cantidad de compra, entregar un boleto, o entregarlo a sus trabajadores».
Recordó que los dos millones de boletos restantes se venderán al público a través de la Lotería Nacional, con los 2.000 vendedores y agencias.
«Esto significaría obtener alrededor de 3.000 millones de pesos (unos 160 millones de dólares) en total, y descontando gastos se obtendrían los 2.500 millones de pesos (133 millones de dólares), además el ganador tendría un año de mantenimiento y estacionamiento» del avión.
Hace 10 días, en un mitin en Oaxaca, López Obrador dijo que el avión se venderá, se rentará o se rifará, pero él no se va a subir a esa aeronave porque «no puede haber Gobierno rico con pueblo pobre».
Explicó que a su Gobierno le está costando trabajo vender el avión porque «no hay quien lo compre».
Recordó que la aeronave está valuada en 2.500 millones de pesos (unos 133,9 millones de dólares) y puede transportar a 280 pasajeros, pero lo adaptaron para que puedan ser transportados 80.
«Tiene sala de juntas, restaurante, alcoba, es un palacio para los cielos, es una ofensa para el pueblo de México, por eso nos vamos a deshacer de ese avión», apuntó.
El sorteo es una de las cinco opciones que ha ofreció el presidente mexicano para deshacerse, por fin, de la aeronave.