México, 1 sep (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, proclamó este domingo el fin de la «guerra de exterminio» contra el crimen organizado y el narcotráfico, y reivindicó la necesidad de atender las causas sociales que provocan la violencia en el país.
«Ni el Ejército ni la Marina se utilizan para reprimir al pueblo. Se acabó la guerra de exterminio contra la llamada delincuencia organizada», expresó el presidente durante la presentación de su primer informe de Gobierno en Palacio Nacional.
El mandatario, del izquierdista Movimiento Regeneración Nacional (Morena), explicó que su Gobierno «ha emprendido un cambio de paradigma en materia de seguridad» respecto a la guerra militar contra el narcotráfico emprendida por Felipe Calderón (2006-2012).
Dijo que la estrategia de sus predecesores tuvo un «resultado catastrófico» que incrementó las cifras de violencia, muertes, desapariciones y violaciones a los derechos humanos.
«El Estado ha dejado de ser el principal violador de los derechos humanos», reivindicó López Obrador, ovacionado por cerca de 500 autoridades congregadas en la sede del Ejecutivo federal.
Aseveró que los cuerpos de seguridad pública ya no tienen permitido acometer redadas, masacres ni desapariciones de personas.
Y en ese sentido, aseguró que está «trabajando todos los días haciendo todo lo humanamente posible hasta saber el paradero de los jóvenes de Ayotzinapa», los 43 estudiantes desaparecidos en 2014 tras ser interceptados por policías y militares.
Para disminuir las cifras récord de violencia en México, dijo que «se están creando mejores condiciones de vida y trabajo» para que no haya gente que se vea obligada a recurrir a la delincuencia para subsistir.
Asimismo, explicó que ya se han desplegado en todo el territorio 58.600 efectivos de la Guardia Nacional, un nuevo cuerpo de seguridad pública conformado por policías y militares, y tiene el objetivo de llegar a los 140.000 elementos.
El presidente agradeció a los militares por haberse incorporado en este nuevo cuerpo de seguridad que tiene el compromiso de hacer «un uso regulado y adecuado de la fuerza» y de no violar los derechos humanos.
Admitió que todavía hay que «trabajar mucho» en esta materia, puesto que en los primeros siete meses de 2019 se registraron 20.135 homicidios en México, el peor dato desde que hay recuentos.
«Soy un hombre de desafíos y de retos. Soy perseverante y puedo decir que estoy seguro de que vamos a lograr serenar el país y se va a pacificar México», concluyó.