Ciudad de México.- Andrés Manuel López Obrador, aseguró que la caída del 1,6 % del Producto Interno Bruto (PIB) en el primer trimestre de 2020 "fue menos de lo que pronosticaron", pese a ser la mayor contracción en once años.
"Algunos pronosticaron que iba a ser mayor la caída, y afortunadamente no fue así. 1,6 % con relación al trimestre anterior, es decir, octubre, noviembre y diciembre del año pasado. 1,6 %", repitió el mandatario en su conferencia diaria.
El PIB mexicano se contrajo un 1,6 % en el primer trimestre respecto al mismo periodo del año pasado y también un 1,6 % respecto a los últimos tres meses del año 2019.
López Obrador, para defender su gestión, aportó un gráfico con la evolución del PIB en el primer trimestre de cada año desde 1994, donde destacaban las caídas del 5,7 % en 1995, bajo la presidencia de Ernesto Zedillo, y del 5,1 % en 2009, bajo la presidencia de Felipe Calderón, las dos últimas grandes crisis de México.
"Ahí queda eso", exclamó al comentar esas estadísticas anuales y, en tono irónico, pidió que "no se enojen mucho los analistas".
Además de la valoración de los datos del PIB, el presidente sacó a la palestra los datos favorables de recaudación del presente ejercicio económico.
Aunque reconoció que aún faltan los efectos más adversos de la crisis, López Obrador presumió un aumento de los ingresos federales de 6,6% en el primer cuatrimestre del 2020.
De enero a abril, el total de ingresos federales fue 1,49 billones de pesos (más de 62.000 millones de dólares) frente a los 1,35 billones de pesos (más de 56.400 millones de dólares) del mismo periodo del año anterior.
Tan solo la recaudación tributaria, aclaró, incrementó 5,2 % hasta llegar a 1,25 billones de pesos este cuatrimestre, poco más de 52.000 millones de dólares.
Por todo ello, el presidente insistió en que la crisis económica derivada de la pandemia de coronavirus, que ha dejado ya 17.799 contagiados y 1.732 fallecidos, se trata, como calificó desde un principio, de "una crisis transitoria" de la que los mexicanos saldrán "bien librados".
"Vamos a lograr relativamente pronto la recuperación en lo productivo y sobre todo vamos a garantizar el bienestar. Vamos a seguir enfrentando la crisis de bienestar social", aseguró al detallar su estrategia económica.
"Ya decidimos no recurrir a deuda, decidimos no aumentar impuestos, decidimos no aumentar el precio de las gasolinas. Y decidimos fortalecer la política de austeridad republicana, apretarnos más el cinturón en el Gobierno, ser mucho más estricto en el combate a la corrupción", presumió.