Los Ángeles, 20 jun (EFEUSA).- En el Día Mundial de Los Refugiados, autoridades y activistas de Los Ángeles buscaron hoy estrategias que les permitan ayudar a los solicitantes de refugio a superar los obstáculos impuestos por la Administración del presidente, Donald Trump, y que se sientan bienvenidos.
La ciudad acogió el foro «Refugiados en Los Ángeles» para fomentar un intercambio de ideas marcado por las políticas del Gobierno federal que están limitando los recursos para extranjeros que buscan refugio en suelo nacional.
«En este momento necesitamos mucha ayuda para afrontar esta crisis y necesitamos a la comunidad en cualquier plan para atender el recorte de aceptaciones de refugiados del Gobierno de Trump» advirtió el director del Comité de Rescate Internacional en Los Ángeles, Martin Zogg, en declaraciones a Efe.
Zogg recalcó que uno de los mayores problemas que afrontan actualmente las personas que buscan refugio son las pocas posibilidades de lograr concluir con éxito el proceso de reasentamiento.
De acuerdo a datos de la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), en 2016 solo el 0,8 % de los refugiados del mundo lograron completar el proceso para ser reconocidos como tales y quedarse en calidad de refugiados en países de acogida.
Estados Unidos recibió la mitad de ese 0,8 % de solicitantes.
Sin embargo, agregó Zogg, los números han bajado de forma «dramática» bajo el Gobierno de Trump, que ascendió a la Presidencia en enero de 2017.
El promedio de refugiados admitidos anualmente en el país llegaba a 80.000, pero desde 2017 la aceptación se ha reducido a 20.000 refugiados por año.
«Este 2019 si pasamos de 21.000 será mucho», dijo pesimista Zogg.
La reducción del número de reasentamientos puede afectar a José, un menor centroamericano no acompañado que participó en el foro para contar la odisea que viven aquellos que lograron ingresar en el país, pero que aún no han sido reconocidos como refugiados.
«No entiendo mucho de leyes pero yo espero poder quedarme aquí, en esta ciudad me siento seguro y he podido estudiar y trabajar sin mucho temor», apuntó a Efe José, quien por razones de seguridad no reveló ni su apellido ni el país del que es originario.
El joven logró atravesar la frontera sur con 16 años sin ningún familiar que lo acompañara en el mes que duró el trayecto.
En su testimonio en el foro, José detalló los problemas que menores, mujeres e incluso hombres adultos viven a manos de los traficantes.
«A los menores quieren obligarnos que pasemos droga o incluso a consumirla», aseguró.
Sus declaraciones sirvieron de ejemplo para que se discutiera el impacto del plan del Gobierno de Trump de aumentar el número de solicitantes de refugio que tendrían que esperar en un tercer país a que su petición se tramite.
Por su parte, la directora de Families Belong Together Coalition, Sandra Cordero, advirtió de que, además de la violencia que se vive en países como México, la deshumanización que se está creando sobre los inmigrantes que buscan refugio los pone en riesgo.
«Estos desplazamientos masivos no van a terminar, tenemos que acostumbrarnos a esta nueva dinámica y debemos entender que estas personas seguirán llegando a Estados Unidos», explicó a Efe Cordero.
Tanto Zogg como Cordero subrayaron la necesidad de que la comunidad se implique de una manera más activa y vote por un cambio de estas políticas.
Para el consejero de World Relief Southern California, José Serrano, el caso del menor centroamericano ejemplifica la necesidad de que la comunidad esté informada y ayude a los recién llegados.
Serrano explicó a Efe que fue gracias a una profesora de la escuela donde el menor tomaba clases que José pudo ponerse en contacto con su organización e iniciar su petición de asilo. «Si la profesora no toma este paso, José habría perdido toda oportunidad y podría estar a puertas de la deportación», consideró Serrano.
El alcalde de Los Ángeles, Eric Garcetti, también se ha unido al llamamiento a los residentes de la urbe para que reciban «a estos nuevos vecinos que llegan a hacer más grande la ciudad».
José, que actualmente estudia y tiene tres trabajos para sobrevivir, recibió en el foro un reconocimiento por la resiliencia que ha mostrado en estos dos años de vivir en Los Ángeles.
«Solo me queda decirles que gracias», concluyó el adolescente.