Guadalajara (México), 11 ago (EFE).- En la comodidad de su coche y acompañados de palomitas, cientos de familias disfrutan una película o un día especial en un autocine en la mexicana ciudad de Guadalajara, que ofrece todas las medidas para evitar la exposición a los contagios por la COVID-19.
Recargados en almohadas y mirando una película infantil, los hijos de Raquel Jiménez y Oscar Reyes contaron a Efe que es la segunda ocasión que sus padres los llevan a este lugar para que salgan del aislamiento voluntario que adoptaron desde marzo pasado, cuando inició la contingencia sanitaria en México.
«Para los niños es algo bien diferente, es el hecho de romper con el encierro. Hemos seguido al pie de la letra las instrucciones (de protección sanitaria) y aunque son películas que ya hayan visto es el tema de la experiencia de estar fuera de casa», señaló Reyes.
En esta ocasión vinieron a festejar con toda la familia el cumpleaños 16 de su sobrina pues saben que además de divertirse, no están expuestos al riesgo de contagio que significa ir a una plaza o un restaurante.
«Venimos por seguridad, nuestra familia no está saliendo a ningún lado más que a trabajar y la que cumple años no ha salido desde marzo y para no dejar su día tan triste la trajimos aquí», dijo Jiménez.
El Autocinema López Mateos abrió hace tres semanas en una amplia explanada al sur de la ciudad que permite que 350 parejas o familias puedan ver una película en pantalla LED al mismo tiempo desde sus coches y sin contacto con los demás asistentes, explicó el promotor del lugar, Santiago Valencia.
El sonido del filme se escucha desde las bocinas del auto gracias al sistema de transmisión que permite enlazarse con las ondas de radio frecuencia, como si se escuchara cualquier otra estación de radio.
«La mayoría son familias que seguramente están ansiosos de dar un entretenimiento a sus niños que no han salido por mucho tiempo y que esta opción es segura, los mantiene en la misma burbuja familiar y si no quieres no tienes contacto con absolutamente nadie», expresó.
Todo está pensado para que los asistentes estén en contacto con el menor número de personas posibles. Desde su llegada solo tienen contacto con una persona que les toma la temperatura, les ofrece gel antibacterial y les dice las reglas del lugar.
Los espectadores pueden llevar sus alimentos preferidos pueden elegir el servicio de dulcería. Basta con encender las luces intermitentes del coche para que uno de los asistentes acuda a tomar su pedido y lo lleve hasta sus manos.
En vez de pagar en efectivo deben usar el servicio de «cashless» una pulsera en la que cargan dinero de manera electrónica y se va descontando conforme comprar productos. También son acompañados al área de baños para evitar aglomeraciones en un mismo lugar.
Valencia consideró que las personas sí tienen opciones para salir a entretenerse de forma segura, pero hay quienes aún tienen desconfianza de salir a lugares donde tengan que convivir con otros.
«Se nos generó una comunicación del terror hacia el entretenimiento en general que nos ha puesto bloqueos a muchas cosas a las que pudiéramos acudir. Ya podríamos abrir los teatros con las debidas medidas de seguridad, donde hay una butaca si y otra no y en donde hay más facilidad de controlar el ambiente sanitario», enfatizó.
México llegó este lunes a los 485.836 casos y 53.003 muertes por la COVID-19 al acumularse los 5.558 nuevos contagios y 705 decesos reportados en las últimas 24 horas a la Secretaría de Salud.