(EL UNIVERSAL).- Ante el alto número de contagios de Covid-19, la búsqueda de tanques de oxígeno se ha vuelto un viacrucis para los familiares de los enfermos. En el mercado se ofrece una alternativa para suministrar oxígeno, aunque a un costo muy elevado: los concentradores de oxígeno, ¿pero éstos sirven de verdad?
Este miércoles las autoridades sanitarias a nivel federal revelaron que hay 1 millón 688 mil 944 casos acumulados de coronavirus, así como 144 mil 371 muertos en el país por Covid-19. En la Ciudad de México, en donde hay semáforo rojo desde diciembre del 2020 por el alto número de contagios, hubo, tan sólo ayer miércoles 307 defunciones.
Diferencia entre tanques y concentradores de oxígeno
Sin embargo, los tanques y los concentradores no son la misma cosa, pues hay diferencias sustanciales entre ambos. Mientras un tanque contiene una cantidad determinada de oxígeno a presión que puede dispensar, los concentradores son dispositivos que filtran el aire que circula en el ambiente en un porcentaje determinado y que funcionan conectados a la energía eléctrica.
Debido a que los concentradores de oxígeno no tienen que rellenarse, a diferencia de los tanques de oxígeno y ante la escasez de éstos, es que muchos familiares de enfermos de Covid-19 han optado por comprar o rentar estos dispositivos, de los cuales hay dos tipos: los de uso cosmético y los de uso médico.
Ante la demanda, algunos importadores de los dispositivos de uso casero o cosmético los revenden hasta en 40 mil pesos mediante redes sociales o páginas de comercio en la web, en donde también se han registrado fraudes. La doctora Mónica Meléndez, quien es médico cirujano con especialidad en anestesiología y alta especialidad en algología, ve con preocupación esta problemática, por lo que pide a la población que «antes de adquirir un concentrador de oxígeno verifique los siguientes puntos: capacidad del equipo (¿cuántos litros por minuto necesita mi paciente?) 5, 10 litros por minuto, etc, de acuerdo a la prescripción médica.
«Revisar la ficha técnica del equipo, verificar que sea capaz de suministrar un flujo continuo de oxígeno a una pureza igual o mayor a 93% (la OMS describe como aceptable a más del 82%). Pedir al vendedor el registro sanitario por Cofepris. Verificar el tiempo de garantía del equipo y necesidades de mantenimiento del equipo», dice la doctora Meléndez en entrevista para EL UNIVERSAL.
¿Sirven los concentradores de oxígeno?
– ¿Los concentradores de oxígeno sirven para los enfermos de Covid-19?
– Sí, son dispositivos médicos autónomos, que concentran el oxígeno a partir del aire ambiente, otorgando un flujo de oxígeno de alta pureza.
– ¿Cuáles concentradores de oxígeno sirven, cuáles no y por qué?
– Los concentradores de oxígeno pueden ayudar de una forma segura a la hipoxia (saturación insuficiente de oxígeno en la sangre), en el marco de Covid-19, ya que tienen la capacidad de proveer «oxigeno medicinal» (mezcla de gases que tiene un porcentaje de oxígeno típicamente igual o superior al 93%) de manera constante. Los equipos que no ofrecen estas características pueden resultar un riesgo para la salud. Desafortunadamente, se comercializan de manera importante concentradores que conforme aumenta el flujo de oxígeno va bajando la pureza de oxígeno, es decir la calidad, de tal manera que no son seguros para tratar la hipoxia ocasionada por Covid-19, al contrario, su vida estará en riesgo por no tener el correcto suministro de oxígeno.
Los concentradores de oxígeno que conforme aumenta el flujo de oxígeno va bajando la pureza de oxígeno son de uso cosmético y son los que en muchas ocasiones se comercializan en redes sociales a un alto costo. Incluso se han creado grupos que se dedican sólo a la compra y venta de concentradores de oxígeno, tanto de uso cosmético, como de uso médico.
Por ello, la doctora Meléndez pide a las autoridades regulación en estos dispositivos. «Cofepris tiene que poner especial atención en la comercialización de estos equipos, un gran número se ofertan vía internet, las personas que los comercializan en su mayoría no están capacitadas para asesorar a los pacientes, ni tienen conocimiento sobre las deficiencias de los equipos que ofertan, y los pacientes en su desesperación e ignorancia al tema los compran, sin saber que pueden representar más que una ayuda un riesgo para su salud. Por otro lado, Profeco tiene que vigilar los precios y hacer un plan para regular todo lo que se comercializa vía internet, con pobres garantías y a sobreprecios importantes, a fin de proteger al consumidor», dice. Finalmente, lamenta que «desafortunadamente, estamos viviendo una escasez importante en el suministro de oxígeno, lo que lleva a los pacientes a buscar opciones de suministro de oxígeno, encontrando concentradores de mala calidad, a sobrepecios o incluso siendo víctimas de fraudes».