Washington, 26 ago (EFEUSA).- Los hispanos continúan infrarrepresentados y aparecen de forma muy estereotipada en los papeles de películas de Hollywood, según un estudio publicado hoy de la iniciativa Annenberg de la Universidad del Sur de California.
Y es que, pese a que los latinos suponen casi el 18 % de la población del país, su presencia en películas es poco frecuente, ya que en el caso de las 100 cintas más taquilleras desde 2007 a 2018 solo el 3 % tuvo como protagonistas o coprotagonistas a actores hispanos.
De ese porcentaje, que equivale a 35 películas, hubo un total de 35 papeles principales para intérpretes latinos, de los que el 49 % (17 papeles) fue a parar a actrices, aunque cinco de esos roles como protagonista o coprotagonista se los adjudicó una sola artista, Cameron Díaz.
Si se tiene en cuenta el conjunto de papeles protagonistas, coprotagonistas o como miembros de un elenco, los actores hispanos más requeridos fueron Cameron Diaz, con seis películas; Jennifer Lopez, con cuatro; Eugenio Derbez, con tres; y Jessica Alba, con tres.
Un dato interesante es que solo hubo diez papeles principales con intérpretes latinos de 45 años o mayores (ocho hombres y dos mujeres) cuando se estrenaron las películas; y que los dos roles femeninos se los atribuyó una única actriz, Jennifer López.
Por contra, en el 47 %, es decir 568 películas, de los 1.200 filmes analizados no hay ningún personaje latino con alguna frase en la trama.
Si la ausencia de artistas latinos y la escasez de papeles protagonistas son notables, también lo es la forma en que las películas presentan a los hispanos.
Para evaluar esta variable, los autores del estudio llevaron a cabo un análisis cualitativo de las 200 películas principales de ficción entre 2017 y 2018, en las que hallaron 262 roles de latinos.
En esos papeles, el 24 % de los personajes con alguna frase en la trama fue de delincuentes, mientras que el 28 % de los roles principales de intérpretes hispanos fue de criminal.
Además, el 13 % de los papeles de latinos con alguna frase fue de personas con bajos ingresos; el 3 % de inmigrantes; el 21 % de gente religiosa; y el 12 % de personas temperamentales, entre otros.
El 61,9 % de todos los personajes en actividades ilegales aparecieron como integrantes de un grupo criminal organizado como pandillas o traficantes de drogas; y el 38 % de estos papeles de criminales aparecieron involucrados en fraude, robo, homicidio o con un pasado en prisión.
El relegamiento de los hispanos en el universo cinematográfico no se limita a las pantallas, ya que, según el informe, de los 3.616 créditos de producción mencionados en las películas analizadas solo el 3 % fueron para latinos.
Asimismo, únicamente el 4 % de los directores fueron latinos entre los 1.335 puestos más altos: Un total de 48 fueron realizadores y hubo una sola realizadora, Patricia Riggen.
Entre los directores latinos, el 36 % fue de ascendencia mexicana, el 32 % española, el 7 % puertorriqueña, el 7 % brasileña, el 7 % cubana, y el resto de Argentina, Chile y Uruguay, con el 3 % respectivamente.
En una de sus conclusiones el informe sostuvo que la comunidad latina es poderosa pero ignorada en la industria cinematográfica, pese a que mueve 1.700 millones de dólares en gastos de consumidores, ya que el público hispano compró en el período estudiado el 23 % de las entradas de cine.