Saná, 14 mar (EFE).- Los rebeldes hutíes del Yemen anunciaron este sábado la suspensión debido a la pandemia del coronavirus de todos los vuelos de pasajeros al aeropuerto de Saná, utilizado únicamente por Naciones Unidas y agencias humanitarias, y en su poder desde 2014.
«Todos los vuelos de pasajeros que llegan al Aeropuerto Internacional de Saná quedan suspendidos por un periodo de dos semanas, comenzando el 14 de marzo de 2020», anunció en rueda de prensa el viceprimer ministro hutí, Hussein Maqbouli.
El alto cargo rebelde, que también encabeza un comité para combatir las epidemias, agregó que todas las personas que lleguen a través de los cruces fronterizos procedentes de países con muchos casos de coronavirus deberán estar en cuarentena en sus casas y los casos confirmados lo harán en el hospital.
Yemen no ha registrado hasta el momento ningún caso de COVID-19, confirmó Maqbouli, parte de un grupo rebelde chií que lucha contra el Gobierno reconocido internacionalmente de Abdo Rabu Mansur Hadi y que controla amplias zonas del norte y este del país.
El bloqueo aéreo impuesto en 2016 sobre el aeródromo de Saná por la coalición militar árabe liderada por Arabia Saudí que interviene en el país en favor del Ejecutivo reconocido internacionalmente parece haber ayudado a mantener la nación sin coronavirus.
El país está poco preparado para hacer frente a una posible propagación del virus, pues sólo cerca de la mitad de los casi 30 millones de yemeníes tienen acceso al sistema de salud y menos de un 45 % pueden llegar a hospitales que funcionen.
Las autoridades en Saná (hutíes) y Adén (Gobierno) afirman que están listos para responder a un posible brote de la enfermedad, pero el país carece de equipos para responder en el día a día a enfermedades curables.