Beirut, 10 may (EFE).- Las facciones insurgentes sirias lanzaron este domingo uno de los ataques más violentos desde el inicio de un alto el fuego el pasado 6 de marzo contra el Ejército en la región de Hama, en el noroeste de Siria, que dejó una veintena de muertos en ambas filas, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos,
Los ataques empezaron anoche y las tropas gubernamentales han intentado no perder terreno en el área de Sahl al Ghab respondiendo con ataques intensos de artillería, según la ONG cuya sede se encuentra en Reino Unido pero cuenta con un amplia red de colaboradores en el terreno.
La fuente aseveró que se trata del ataque más violento desde el inicio del alto el fuego pactado por Turquía, valedora de la oposición siria, y Rusia, aliada del Gobierno del presidente Bachar al Asad.
En los enfrentamientos murieron 15 soldados del Ejército y 7 combatientes de las facciones opositoras, según el Observatorio.
Por su parte, el teniente coronel Khaled Saqr afirmó a Efe desde el frente de Hama que sus unidades detectaron los movimientos de las facciones insurgentes y respondieron inmediatamente con artillería abortando el ataque por parte de los rivales, sin dar más detalles.
Saqr aseveró que las unidades del Ejército sirio continúan acatando el acuerdo firmado por Ankara y Moscú a principios de marzo.
En base a ese acuerdo, Turquía y Rusia han llevado a cabo patrullas conjuntas en Idlib, que continúan a día de hoy pese a que Ankara haya reducido su presencia militar en Siria debido a la pandemia de la COVID-19.
El alto el fuego decretado en la región de Idlib y los alrededores detuvo una ofensiva gubernamental que comenzó a finales de abril de 2019 y que ha causado más de 1.500 muertos y casi un millón de desplazados, según cifras de la ONU.
Con el cese de las hostilidades, 141.000 personas han regresado a sus hogares en el oeste de Alepo y el sur de Idlib, informó el pasado 8 de mayo la Oficina de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA) para Siria.
La Defensa Civil Siria, cuerpo de rescate conocido como los «cascos blancos», ha instado a la población a que regrese a sus hogares y abandone los superpoblados e insalubres campos de desplazados para evitar contagiarse de coronavirus.
Idlib es el último bastión opositor de Siria y una parte de la provincia está controlada por el Organismo de Liberación del Levante, agrupación de facciones creada en torno a la exfilial siria de Al Qaeda.