Nueva Delhi, 15 mar (EFE).- Los líderes de los países del grupo SAARC -Afganistán, Bangladesh, Bután, la India, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka- se reunieron este domingo para tratar de contener la propagación del coronavirus, que pone a prueba el frágil sistema de salud de la región, que alberga casi una quinta parte de la población mundial.
La cita de emergencia convocada por la India reunió a casi todos los jefes de Estado y de Gobierno de la Asociación para la Cooperación Regional del Sur de Asia (SAARC, por sus siglas en inglés) en una videoconferencia.
El grupo SAARC, que no había sostenido un encuentro desde 2016 a causa de las fricciones entre la India y Pakistán, centró su discusión en el impacto del brote sobre la densa población y el peligro para sus economías.
«Como países en desarrollo, todos nosotros tenemos desafíos importantes en términos de acceso a las instalaciones de asistencia médica (…). Todos debemos prepararnos, actuar y triunfar juntos», dijo el primer ministro indio, Narendra Modi, al inicio de la reunión.
Aunque en la región se han reportado dos muertes y alrededor de 150 casos positivos, la mayoría en la India, el sur de Asia afronta los riesgos con una población mayoritariamente pobre, bajo nivel de alfabetización, pobre infraestructura y el desarrollo de distintos conflictos armados.
LA INDIA
El primer ministro indio reconoció que se está frente «a una situación desconocida» y que, pese a los esfuerzos de su Gobierno, «no se puede predecir con certeza cómo se desarrollará la situación a pesar se los esfuerzos».
Modi propuso la creación de un fondo de emergencia con contribuciones voluntarias de todos los miembros de la SAARC, para el que ofreció un aporte inicial de 10 millones de dolares.
AFGANISTÁN
Por su parte, el presidente afgano, Ashraf Ghani, expuso como uno de sus mayores problemas el «flujo indetenible» de personas provenientes de Irán, uno de los países más afectados, donde vive un gran número de refugiados afganos que cruzan diariamente las fronteras.
El mandatario subrayó el problema que representa un bloqueo total de las fronteras de Afganistán, la puerta del sur de Asia con buena parte del continente, que resultaría en la escasez de medicinas, alimentos y artículos de primera necesidad, y en este sentido preguntó a sus pares cómo sería posible mantener un flujo del tránsito para mantener las transacciones esenciales.
Ghani fue enfático en la necesidad de pensar en el futuro de los próximos meses: «El impacto sobre nuestra pobreza, un problema que todos afrontamos, necesitamos empezar a pensar cómo vamos a superarlo», dijo.
MALDIVAS
Con una población de casi 400.000 habitantes y dependiendo casi por completo del turismo, la situación de Maldivas es compleja en términos de impacto económico.
En la videoconferencia, el presidente maldivo, Ibrahim Mohamed Solih, explicó que la particular geografía de Maldivas, compuesta por atolones, «representa en sí misma un gran reto y a la vez una gran ventaja».
«Las islas dispersas hacen que sea más fácil aislar a las comunidades cuando hay un caso sospechoso, pero en el caso de que una persona dé positivo en una isla y esté gravemente enferma, la persona debe ser transportada a la capital, Malé, lo que es para nosotros extremadamente costoso», explicó, al tiempo que señaló que buena parte de su sistema de hospitales está en construcción.
En febrero, las llegadas de turistas disminuyeron en un 20,3 %, y en los últimos diez días un 22,8 %. De continuar así, el país tendrá pérdidas de al menos un 35 % de sus ingresos, según los datos de Solih.
El tema sensible de Maldivas es que depende de las importaciones y, sin ingreso de divisas, afrontaría graves consecuencias.
SRI LANKA
El problema de Sri Lanka es similar al de Maldivas. La nación aún están tratando de recomponer su economía, también dependiente del turismo, tras los atentados del Domingo de Pascuas, reivindicado por el grupo yihadista Estado Islámico, en los que murieron centenares de personas y que destruyeron la confianza en la seguridad del país.
«Nuestra industria del turismo apenas se estaba recuperando después del ataque terrorista del año pasado, pero actualmente enfrenta un gran golpe debido a la enfermedad. Solicitamos a los líderes de la SAARC que elaboren una política para ayudar a nuestras economías», pidió el presidente, Gotabaya Rajapaksa.
PAKISTÁN
Pakistán, con casi una veintena de casos positivos, aprovechó el espacio para traer a colación el asunto de la Cachemira administrada por la India, el tema central de las grandes diferencias entre las dos potencias nucleares, región que recientemente quedó controlada bajo duras restricciones por el Gobierno de Nueva Delhi.
«En vista de la emergencia, es imperativo que todo las restricciones en Jammu y Cachemira se levanten de inmediato, abriendo la comunicación y el libre movimiento», declaró Zafar Mirza, asesor especial en materia del salud del primer ministro de Pakistán, el único que no asistió a la cita.
Bangladesh, Bután y Nepal, con reportes de un dígito en el número de casos, son los países menos afectados de la región, sin embargo el cierre de las fronteras pone en peligro la actividad turística, especialmente de Nepal.
Por Indira Guerrero