Ante los fuertes rayos del sol y el calor sofocante, hemos visto a decenas de repartidores que bajo las diferentes plataformas de entrega de comida o productos de primera necesidad, trabajan para llevar hasta las puertas de aquellas familias que se encuentran confinadas por la contingencia sanitaria provocada por el coronavirus, los víveres necesarios para continuar el obligado aislamiento social.
Es la necesidad, la falta de trabajo formal o hasta las ganas de servir a los demás, lo que mueve a estos nuevos héroes del asfalto a salir a trabajar en medio del riesgo de contagiarse al estar expuestos.
Tal es el caso de Iván Ramírez, quien es padre de familia y tiene casi un año trabajando como repartidor a través de la plataforma Uber Eats; este trabajo lo ve como un plan de respaldo, ya que durante la pandemia él tiene la oportunidad de seguir trabajando. Aún con el temor, sale a trabajar diariamente en su bicicleta y un poco asoleado nos comenta que recorre toda la ciudad, ya que empieza a trabajar desde las 12 del mediodía hasta las ocho de la noche. Durante la contingencia, la empresa les expuso en su plataforma las medidas de protección que deberían adoptar para realizar las entregas. No obstante, siente que por el hecho de andar en la calle está muy expuesto; antes de la contingencia llegaba a realizar hasta 12 entregas y ahora se ha incrementado el trabajo, pues en estos últimos días llega a realizar hasta 20. “Cuando empezó la Fase 3 muchos restaurantes decidieron cerrar, casi no había trabajo, pero poco a poco se fueron registrando más negocios y el trabajo no ha parado. Las medidas de entrega cambiaron, ahora se deja el pedido en la puerta, yo no tengo ningún contacto o acercamiento con los clientes”, asentó.
Por otra parte, nos encontramos con Carlos, quien empezó a trabajar como repartidor de Rappi cuando aún era estudiante, ahora lleva más de un año haciendo entregas. Consciente del riesgo por la contingencia de salud, optó por salir a trabajar de viernes a domingo para exponerse lo menos posible. Comentó que no ha sido fácil, ya que se modificaron las formas de entrega. “Al principio la gente desconfiaba y no se animaban a solicitar comida, pero la ventaja de la aplicación es que también podemos llevar algún mandado, tanto del supermercado, farmacias y tiendas de conveniencia, eso genera ingresos”. La contingencia se fue extendiendo y los clientes se vieron en la necesidad de solicitar mayores servicios, por lo que el trabajo fue aumentando. El ahora licenciado en Nutrición trabaja con miedo, llega a su casa, la ropa la pone aparte, se desinfecta y trata de no tener contacto con su familia hasta que está totalmente desinfectado.
Tuvimos la oportunidad de conocer la plataforma Encalientes, empresa hidrocálida que dio la instrucción a sus repartidores de usar cubrebocas durante el trayecto, portar gel antibacterial, sanitizador para limpiar las bolsas y en caso de manipular dinero, no tener contacto directo con la gente. Por lo que algunos repartidores se las ingeniaron para llevar una charola o caja donde colocan el efectivo y sea el mismo cliente quien tome tanto el pedido y el cambio de ser necesario.
A los restaurantes se les pidió tener las bolsas en la barra o en una mesa especial para no tener contacto mano a mano, en el caso de que los clientes lo pidan, se les deja el mandado en la puerta y el repartidor se asegura de que salga a recogerlo.
Alejandra Arreola, directora de Operaciones, comentó que en el tiempo de pandemia aumentó la afiliación de negocios que se dieron de alta en la plataforma; así mismo, aumentaron los repartidores, ya que muchos se quedaron sin trabajo, como meseros o estudiantes que buscaron la forma de tener algún ingreso económico.
Además de incrementarse los pedidos, también aumentaron los clientes nuevos que usaron por primera vez sus servicios.
LOS DATOS
Ante la emergencia sanitaria por la propagación del Covid-19 en México, las compañías de la llamada "gig economy" (que puede traducirse como la economía de los pequeños encargos), se han visto en la necesidad de implementar protocolos de cuidados para proteger a sus repartidores, afiliados y clientes.
Por lo que el 19 de marzo de 2020, Uber México publicó en su cuenta oficial de Twitter: “Tu seguridad siempre será nuestra prioridad. Nos encontramos monitoreando activamente la situación del coronavirus y tomando diferentes acciones para ayudar a promover la salud de la comunidad en las ciudades donde operamos”. Acciones que posteriormente fueron dadas a conocer en su página oficial. Específicamente para quienes realizan entregas y reciben, estipulan que si un usuario de la app Uber Eats te lo pide, deja las entregas en la puerta para disminuir el contacto, lávate las manos o usa desinfectante para manos con la mayor frecuencia posible. Y para quienes solicitan el servicio, recomiendan seleccionar en la app "Dejar el pedido en la puerta" o usa las notas de entrega para comunicar tus preferencias. “Asegúrate de estar disponible en 30 minutos. Lávate las manos, especialmente después de recibir tu pedido y antes de comer”, también se pueden encontrar las recomendaciones para los restaurantes afiliados.
Mientras que la plataforma colombiana Rappi dio a conocer que ha invertido en equipamiento y procesos para garantizar que sus socios repartidores cumplan todos los protocolos de seguridad en el transporte y entrega de pedidos, además de dotarlos de gel antibacterial y máscaras de protección como parte de las medidas. Además de desarrollar la opción para que sus usuarios elijan si desean recibir el pedido sin contacto alguno con el repartidor.
Encalientes, la plataforma que inició operaciones en el 2016 en Aguascalientes, se ha extendido a diferentes ciudades como Guanajuato, Jalisco y Colima.
Actualmente cuenta con más de 450 negocios afiliados en el Estado y alrededor de 100 repartidores que durante el día se están conectando para dar cobertura total a sus clientes anteponiendo siempre su integridad física.