En Aguascalientes es posible hacer cambios en el campo, pero no basta sólo querer, sino también poner manos a la obra para lograr objetivos. Es difícil más no imposible y se tienen que dar los primeros pasos.
Luis Gerardo Pérez Muñoz, ganadero productor de leche y médico veterinario, su mundo y su pasión es el sector lechero que le ha dado sinsabores pero también muchas gratificaciones.
¿Su vida está en San Pancho?
Bueno, no necesariamente, mi vida está en donde sea posible desarrollar esta actividad tan noble que no sólo nos mantiene activos y nos da para vivir, sino que también nos permite generar alimentos para la población. Nuestra vida de familia siempre ha estado en el rancho y aunque en algún momento de la vida pensé dedicarme a otra cosa, más pronto que tarde volví a esta actividad inculcada por mi padre y a él por mis abuelos. Somos parte de varias generaciones.
¿Cuál es su origen?
Como casi todos los que nos dedicamos a la ganadería para la producción de leche, nuestros orígenes están en Los Altos de Jalisco. En la época de los cristeros mi abuelo decidió cambiar de rumbos, pues en aquel entonces vivían acorralados allá en Los Altos pues por la Iglesia les pedía dinero y algo de especie que para la causa y los robaban.
También los del Ejército les pedían para la otra causa y también los desfalcaban, por eso es que algunos ganaderos de allá se vinieron a Aguascalientes huyendo de cristeros y del Ejército y se asentaron aquí, a muchos les funcionó pero a otros no. Nosotros tuvimos la suerte de que aquí le hicieron la lucha en distintos rumbos y ahora estamos acá.
Los de mi generación vinimos de la colonia Fátima, allí tuvo mi papá su establo y como se comenzó a urbanizar esa zona, se compró en San Pancho, aquí donde estamos iba a ser una colonia de estableros pero como no avanzaba, algunos decidieron abandonar aquí y se fueron a lo que ahora es Granjas Fátima, al sur del municipio de Aguascalientes.
Dicen que la vida en el campo es divertida pero cansada, ¿la ha sentido así?
No cansada como tal, pero sí muy laboriosa, de actividad permanente, nosotros empezamos la jornada desde las 5 de la mañana y se termina hasta que se termina, además en nuestro trabajo no hay días de descanso, puente ni vacaciones -se ríe-.
Decir que el campo se está haciendo viejo es cierto, pocos quieren trabajar, inclusive aquí en el rancho tenemos siempre a un trabajador de más, por si a otro se le ocurre salirse e irse a trabajar a una fábrica, no sufrir por lo que nos haga falta.
En nuestro caso mi madre nos impulsó al estudio y como un pasatiempo o negocio familiar lo del rancho, pero siempre nos dijo que primero eran los estudios y así salimos, en mi caso yo hasta que me gradué de Médico Veterinario; nuestras vacaciones siempre fueron estar en el rancho, entre el juego y el trabajo. En la prepa y en la universidad los amigos siempre querían acompañarme al rancho, a la fecha aquí hacemos varias reuniones de amigos.
Es el único ganadero que se decidió a pasteurizar al menudeo la leche y venderla a los vecinos de su rancho, ¿por qué?
Resulta que cerca de estos ranchos que están dentro de San Francisco de los Romo ya hay varios fraccionamientos y la gente venía a buscarnos para comprar sus litros de leche bronca, nosotros quisimos darles mejor calidad e higiene y con el apoyo de un ingeniero creamos la primera máquina despachadora de leche pasteurizada, la empezamos a vender así; el cliente trae su jarra o su envase. Y así nos ayudamos mutuamente con el precio; nuestra leche es de calidad y barata.
Paralelamente a como avanzaba el proyecto de la Asociación Ganadera yo hice mi primer experimento con una máquina que funcionaba bien, la copié del YouTube pero luego empezó a tener fallas y ahora, un ingeniero amigo mío, perfeccionamos la máquina que lo único que requiere es mantenimiento para que haya un buen manejo de la leche, pues es un producto que para garantizarlo se necesita mucha higiene.
Ya tenemos 5 años vendiendo directamente al público leche pasteurizada, directamente de la vaca a la refrigeración, pasteurización y al envase que traiga la gente.
Lo veo muy concentrado en su actividad ganadera que es absorbente en tiempo, ¿cómo le hace para atender a su familia?
Pues nos las arreglamos. Mi esposa que es administradora está muy involucrada con esta actividad, además también le sabe y bien, a mis hijos también los he comenzado a involucrar en el negocio, tengo una niña y dos hijos, por cierto son gemelos y a uno de ellos sí le gusta el rancho, al otro no tanto, pero también le gusta crear y administrar. Desde ahora ellos también han comenzado a visualizar cómo hacer negocio con esta actividad y eso de alguna manera me llena de orgullo.
Lo cierto es que para dedicarnos a producir el campo, necesitamos tener mucha vocación e inculcarla a los que nos siguen, los hijos, los nietos y así siempre ha sido, una actividad de generaciones.
¿Cómo visualiza el campo en México, particularmente en Aguascalientes?
Mira, cuando hemos tenido oportunidad de viajar al extranjero hemos comparado la forma de producir el campo aquí y en otros países. Sin duda alguna nosotros estamos más americanizados e imitamos como lo hacen en Estados Unidos pero con la desventaja de los subsidios.
De Europa hay mucho que imitar, hemos visto que allá no se les complica la convivencia de los ranchos con la urbanización e inclusive las zonas hoteleras. Y es que, por ejemplo, los ranchos lecheros no tienen cientos de vacas, sino sus establos tienen no más de 50 animales pero trabajan con calidad y eso les permite para vivir con mucha dignidad.
Eso bien se puede hacer en Aguascalientes donde la mancha urbana nos está comiendo, sólo falta que los productores del campo no le tengan miedo a esta situación y que los de la ciudad tampoco satanicen la actividad, aunque para ello se necesitaría que los gobiernos hagan planes acordes a las necesidades y atiendan propuestas y reclamos.
De que es posible, lo es, pero falta quererlo hacer, podríamos imitar a los europeos que han demostrado que en poco espacio pueden tener calidad y hacer rentable la producción agropecuaria.
¿Cuál es su proyecto inmediato?
Pues encontrar un fabricante de este tipo de máquinas despachadoras de leche y distribuirlas por todo el Estado, darlas en comodato y nosotros surtirla diariamente, de esta forma hacer llegar el producto más barato a la gente, que puedan beber leche que sí es leche y no productos lácteos o saborizados, y nosotros tener mejor precio de compra.
Esto lo podríamos hacer al instalar máquinas despachadoras en distintos puntos de venta, ya sea tiendas, espacios públicos o casas particulares donde se garantice la higiene del producto. Es un proyecto de ganar ganar.