El deporte hidrocálido está de luto, Aguascalientes está de luto…
A la edad de 18 años la boxeadora local Janette Zacarías Zapata perdió la pelea más importante, la de su vida.
Pero lo hizo como una guerrera, con ese ADN de guerrera, de mujer que nunca tuvo miedo a los combates y que hasta el último instante siempre estuvo peleando.
El boxeo mexicano desde luego que también lamenta la partida de Janette, quien cumplía su sueño de regresar a los cuadriláteros después de más de dos años sin actividad y más de pelear en el extranjero.
Ella les decía a sus padres que se había preparado como nunca para ir a pelear a en el IGA de Montreal, Canadá, ante la local Marie-Pier Huole, invicta hasta este momento, combate pactado en peso Welter.
Janette fue superada sobre todo en el cuarto asalto, dando el réferi terminada la pelea por nocaut. Ahí en la esquina la Hidrocálida se desvaneció y comenzó a convulsionar.
El equipo médico entró de inmediato y se la llevaron al hospital central de Montreal.
Ahí la historia fue otras pues las lesiones que presentaba en su cabeza, la tenían en estado crítico, sedada para que bajara la inflamación de los golpes.
Los días avanzaron su salud no mejora, al contrario presentaba varias complicaciones, pues incluso tuvo que ser inducida a coma.
Y la tarde de este jueves su cuerpo no resistió más y se alistó para ir a pelear al reino de los cielos.
Hoy especialistas en el deporte del cloroformo, explican que el entrenador de Janette es un charlatan, pues no ha sido trasparente en sus actos y solo arriesga a los peleadores.
De igual manera la Comisión de Box y Lucha de Aguascalientes por el record y antecedentes de Janette no debería de haberle dado el permiso para que fuera a pelear al extranjero a pelear. Quizás esto pudo haber evitado esta tragedia.