Madrid, 22 oct (EFE).- El escritor libanés Amin Maalouf considera que la izquierda «está en crisis en todas partes» y que es necesario «refundarla» para que siga existiendo.
Así lo aseguró este martes Maalouf (Líbano, 1949), Premio Príncipe de Asturias de las Letras 2010, en un encuentro con periodistas para presentar en Madrid su último libro, «El naufragio de las civilizaciones», publicado por Alianza editorial.
Un libro en el que el autor de «León el africano» o «Samarkanda» se pregunta cómo, cuando los espectaculares avances tecnológicos facilitan el acceso universal al conocimiento, en lugar de conducir a la humanidad hacia una era de libertad y progreso, parece que el mundo va en dirección opuesta, hacia la destrucción de todo lo conseguido.
El escritor libanés afincado en Francia advierte de que el «elogio a la desigualdad» social que existe en la actualidad, con un capitalismo «a ultranza» que regresa a sus antiguas costumbres, puede tener una «deriva catastrófica» porque mucha gente se siente marginada, como demuestran las revueltas en muchos países.
En la época de la Guerra Fría, recuerda Maalouf, el capitalismo procuraba dar una imagen social para competir con el comunismo pero, desaparecida esta «amenaza», el capitalismo «ha vuelto a sus antiguas costumbres a cara descubierta».
«Es necesario hacer volver al capitalismo a una actitud más respetuosa hacia las personas», considera el autor, exiliado en Francia desde 1976 como consecuencia de la guerra civil libanesa, un regreso que cree que se producirá por la presión interna de la opinión pública.
Así se demuestra en las revueltas que se ven estos días en diferentes partes del mundo como Líbano, Chile o Colombia, que aunque difieren en sus motivos «tienen aspectos comunes», recalca Maalouf: «hay mucha gente que tiene la sensación de que le están marginando, no ven qué futuro tienen y les da la sensación de que están siendo sacrificados».
Revueltas originadas por «problemas reales que afectan directamente a la vida de la gente», explica el autor, que señalado que en Líbano el detonante fue el anuncio de las autoridades de aprobar una tasa de 20 centavos de dólar por día a las llamadas de voz por redes sociales como WhatsApp o Facebook, pero obedecen a motivos más profundos.
«La población está harta de la clase política en su conjunto, a la que consideran corrupta, y la tasa por WhatsApp ha sido la gota que ha desbordado el vaso», indica el escritor.
A pesar del diagnóstico que hace el escritor libanés y de sus advertencias, Maalouf asegura que no quiere perder la esperanza y confía en que la sociedad pueda «enderezar el rumbo»: «Me resulta difícil creer que la humanidad vaya a resignarse dócilmente a la destrucción de todo cuanto ha construido», concluye.