México, 7 mar (EFE).- La lucha contra el machismo en la sociedad mexicana actual sigue enfrentando barreras debido en buena medida a que los hombres, desde su posición de privilegio, no suelen darse cuenta de que ocupan ese lugar o simplemente no están dispuestos a perderlo, lo que incide en que esta cultura se siga perpetuando, coincidieron especialistas.
«Una de las cosas que evitan el cambio es que es difícil ver el problema desde una posición de privilegio porque no siempre se viven las mismas cosas y también porque muchas veces no se está en condición de abandonar privilegios», aseguró este sábado a Efe la doctora en Psicología Social Tania Esmeralda Rocha.
El machismo, de acuerdo con expertos, es una construcción sociocultural y está directamente ligada al conjunto de ideas y valores de ver la superioridad del los hombres y la idea de que ellos son el centro y todo lo demás girará en torno a ellos.
«Esta cosmovisión incluye que haya una discriminación y desprecio hacia las mujeres», manifestó la también docente de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM).
El problema de esta visión, de acuerdo con Claudia Pedraza, doctora en Ciencias Políticas y Sociales por la UNAM, es que ha permeado a otros espacios como la educación, lo laboral y los medios de comunicación y eso ha definido el funcionamiento de las situaciones políticas en el país.
«Sabemos que las reglas del mundo están hechas para los varones y lo masculino, tienen siglos así, entonces aunque se ataque el machismo en un núcleo en otro se va a reproducir. Es un problema activado a diferentes escalas», manifestó.
LA RAÍZ DEL PROBLEMA
Para muchos, esta cultura sigue perpetuándose desde la familia, donde la madre sería la principal culpable de reproducir y fomentar las conductas machistas.
«La idea más común es que las madres son las responsables del machismo, pero el tema de sexismo y la construcción de género no se aprende solo por las madres sino por todas las personas que, de forma directa o indirecta, están a nuestro alrededor», señaló Rocha.
A decir de las especialistas, esto tiene que ver con la idea de que el primer espacio de socialización es la familia y que se ha puesto a la mujer como la principal pedagoga y transmisoras de esta cultura.
«Los roles sexuales estereotípicos están siempre en oposición, confiriendo a hombres y mujeres deberes parcializados como la responsabilidad de la crianza. En nuestro país tenemos una historia ancestral «del padre ausente» y esto aún es una constante», explicó la psicóloga María Murgia.
En México, esto se refleja en los números, pues de acuerdo con la Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares (Enigh) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), las mujeres que sólo se dedican al hogar destinan en promedio casi 58 horas a la semana a las labores domésticas y el cuidado de hijos o adultos mayores.
En contraste, los hombres dedicados al hogar sólo destinan 38 horas a estas actividades.
Y del total de mujeres mayores de 12 años, el 19 % dedica su tiempo exclusivamente a cuidados y trabajo en casa, mientras que para los hombres sólo el 4,2 % lo dedica a estas actividades.
En tanto, de acuerdo con datos del Inegi, en México, el trabajo no remunerado -del que las mujeres realizan cuatro horas más que los hombres- registró en 2018 un nivel equivalente a 5,5 billones de pesos (unos 272.864 millones de dólares), lo que representó 23,5 % del producto interno bruto (PIB) nacional.
Por otro lado, aun cuando las mujeres sí tienen un empleo remunerado, las labores domésticas siguen recayendo en ellas.
De acuerdo con las estimaciones del Inegi, entre el trabajo, la familia y las tareas en casa las mujeres se ocupan 77 horas cada semana; mientras que para los hombres este cómputo es de 68 horas por semana.
LUCHA CONTRA MACHISMO AVANZA PERO NO LO SUFICIENTE
A decir de Murgia, el proceso de avanzar hacia la equidad de género no es fácil y tampoco lo que se ha hecho «ha sido suficiente».
Explicó que cambiar la visión machista es un proceso de adaptación que «requiere espacios de entendimiento y comunicación que garanticen la seguridad y los derechos que tenemos todos como ciudadano».
En tanto, Pedraza aceptó que se han comenzado a modificar algunos discursos y prácticas en ciertos sectores «aunque son muy pocos» por lo que se debe trabajar de forma integral para reflexionar sobre el machismo».
Explicó que la educación debe ir desde la sociedad hasta los medios de comunicación los cuales muchas veces son creadores de imaginarios sociales y estos están impregnados por machismo.
En ese sentido, Murgia dijo que también es necesaria una educación sexual que ayude a la mujer a conocerse más y, en última instancia, acabar con «conductas machistas».
La lucha contra el machismo no solo tiene que ver con acciones individuales, sino con todo un sistema complejo que ayude a transformarlo y es por ello que se requiere de un trabajo de todos los niveles para hacer un cambio, coincidieron especialistas.
URGE SENSIBILIZACIÓN ANTE OLA DE FEMINICIDIOS
En México se reportan 10 homicidios de mujeres al día y solo en 2019 hubo más de 1.000 feminicidios, asesinatos por razones de género. Ello ha derivado en protestas sociales que piden al Gobierno la creación de políticas efectivas.
Sin embargo, a decir de las especialistas, el camino que han tomado las autoridades no ha sido el correcto.
«La respuesta de la actual presidencia ha sido una especie de desdén a diferentes movilizaciones justamente para erradicar el machismo, la misoginia y reclamar el derecho a la vida», dijo Claudia Pedraza.
Explicó que aunque hasta hace poco se podía pensar que las autoridades actuaban «con buena intención pero desconocimiento del tema», ahora también identifica una especie de «desprecio» hacia las mujeres.
«Es una traición a todos los movimientos que apoyaron y estaban esperanzadas en que hubiera un cambio en este Gobierno» de Andrés Manuel López Obrador, afirmó Pedraza.
El presidente mexicano ha sido criticado recientemente por algunos sectores de la sociedad quienes lo han acusado de ser poco sensible con la violencia contra la mujer. Por ejemplo, cuando creó un polémico decálogo para proteger a las mujeres.
Al respecto, Rocha dijo que «urge una sensibilización en todos los niveles y eso implica desnaturalizar los estereotipos de génerou darle un significado distinto a las cosas».
Señaló que es necesaria la participación y compromiso «de aquellos que se encuentran en una posición de privilegio» e involucrar a toda la sociedad.