El presidente francés, Emmanuel Macron, reiteró este domingo al primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu, su oposición a la ofensiva militar en Rafah, en el extremo sur de la Franja de Gaza, y le advirtió de que el desplazamiento forzado de los palestinos sería un «crimen de guerra».
Según los términos utilizados por el Elíseo en un comunicado para explicar la conversación telefónica entre los dos mandatarios, Macron le recordó a Netanyahu que «el futuro de Gaza no se puede jugar más que en el marco de un futuro Estado palestino y bajo la responsabilidad de la Autoridad Palestina».
El presidente francés calificó de «inaceptables» tanto la situación humanitaria en ese territorio palestino como el resultado humano de las operaciones militares que Israel ha llevado a cabo desde el comienzo de la guerra contra Hamás el pasado 7 de octubre.
Subrayó la «urgencia absoluta» para que se pueda «garantizar una entrada masiva de ayuda humanitaria frente al riesgo inminente de hambre y a la privación de los recursos más esenciales impuesta a la población de Gaza».
Por eso, insistió ante el primer ministro israelí en que debe abrir sin dilación «y sin condiciones» todos los pasos terrestres con la Franja de Gaza y en particular el de Karni, que debería permitir la llegada de víveres desde Jordania, así como el puerto israelí de Ashdod para abastecer a ese territorio.
Macron repitió su llamamiento para un alto el fuego «inmediato y duradero» en Gaza y confirmó que Francia tiene intención de llevar al Consejo de Seguridad de la ONU un proyecto de resolución para conseguirlo y para «sentar las bases de una solución política duradera del conflicto».
A ese respecto, recordó la posición tradicional de Francia de que la única que responde a las necesidades de seguridad de Israel y a las «aspiraciones legítimas» de los palestinos es la de dos Estados y que eso implica «la creación de un Estado palestino que incluya Gaza», así como un compromiso de los políticos de uno y otro lado en favor de la paz.
El jefe del Estado francés también pidió a Netanyahu que, en este mes de celebraciones religiosas, evite «cualquier medida» que conduzca a que la situación degenere en Cisjordania y en Jerusalén y le dijo que hay que preservar el ‘statu quo’ de los lugares santos de la ciudad.
Condenó «firmemente», por otra parte, los anuncios hechos por Israel sobre nuevos planes de colonización de Cisjordania que son «contrarios al derecho internacional».
Hizo notar que Francia y la Unión Europea ya han tomado las primeras medidas contra los colonos que han cometido actos de violencia contra civiles palestinos y que París contempla un endurecimiento de esas sanciones en concertación con sus socios.