París, 6 may (EFE).- El presidente de Francia, Emmanuel Macron, trató este miércoles de calmar la creciente preocupación del sector cultural debido a la pandemia del coronavirus con un programa de encargos públicos y ayudas que le permita mantenerse a flote.
Artistas como Catherine Deneuve o Jean Dujardin habían recurrido en los últimos días a la prensa para defender sus derechos y el jefe del Estado respondió con una reunión telemática con distintos representantes en la que empezó a perfilarse la nueva realidad de ese colectivo tras el fin del confinamiento el 11 de mayo.
«Quiero que lancemos un gran programa de encargos públicos, ya sea para los oficios artísticos, la literatura o las artes plásticas, y pienso en particular en los jóvenes creadores de menos de 30 años, porque cuando eres una estructura sólida, un festival o un artista con éxito, puedes superar este periodo», les dijo.
Fue una promesa todavía por definir pero que las autoridades francesas quieren desarrollar con ese sector, que según los últimos datos del Ministerio de Cultura mueve anualmente más de 47.000 millones de euros (unos 50.783 millones de dólares) y representa un 2,3 % de la economía francesa.
LENTO REGRESO
Aunque la semana que viene podrán reabrir las librerías, tiendas de discos, bibliotecas, galerías de arte y pequeños museos, los cines y teatros, por ejemplo, seguirán cerrados a la espera de que a finales de mayo se revalúe su situación, y los acontecimientos con más de 5.000 personas están vetados al menos hasta septiembre.
Macron prometió un fondo de indemnización temporal para ayudar a series y rodajes que se han visto aplazados o anulados, del que no especificó la cuantía, y prolongar hasta agosto de 2021 los derechos de los llamados «intermitentes» del espectáculo, trabajadores de la creación artística que no tienen un puesto fijo.
La suerte de ese grupo de empleados era uno de los puntos más delicados de esta negociación por la delicada situación en la que se han quedado por esta crisis, que hacía casi imposible que puedan alcanzar las 507 horas trabajadas en un año para poder recibir el paro.
Los autores se beneficiarán también de exoneraciones de las cotizaciones durante cuatro meses, el Centro Nacional de Música recibirá 50 millones de euros (unos 54 millones de dólares), y el Ejecutivo quiere fomentar un mayor acercamiento de la cultura a las escuelas, con encuentros semanales con artistas.
Su plan de apoyo no se limitó al territorio nacional: «Hay que relanzar una Europa de la cultura, las coproducciones. El eje de nuestra respuesta va a ser europeo. Debemos reforzar nuestra capacidad creativa», subrayó.
Macron admitió que la situación obliga a repensar el sector. «Habrá que inventar nuevas formas. ¿Podremos volver a las temporadas habituales? No lo sé».
Pese a las incógnitas pendientes, estas primeras claves sobre el sector cultural, del que viven 1,3 millones de personas, contribuyeron a despejar dudas sobre el plan de desescalada, del que el primer ministro, Édouard Philippe, desvelará mañana los últimos detalles.
PRÓRROGA DEL ESTADO DE EMERGENCIA
Francia inició el confinamiento el pasado 17 de marzo y desde el inicio de la pandemia ha registrado casi 133.000 casos de coronavirus y unos 25.500 muertos, de los que 9.471 se produjeron en residencias de ancianos y centros de dependencia y el resto en hospitales.
En esta recta final antes de la vuelta progresiva a la normalidad el punto de mira está también en la prórroga del estado de emergencia sanitaria, promulgado el 23 de marzo y que el Ejecutivo quiere extender hasta el 24 de julio.
El Senado, donde es minoritario el partido gubernamental la República en Marcha, lo aprobó anoche con enmiendas por 240 votos a favor y 25 en contra, y el texto está en manos ahora de la Asamblea Nacional, en la que Macron tiene 297 de los 577 diputados, por lo que su aprobación, prevista para esta semana, está asegurada.
Entre la ciudadanía, no obstante, el Ejecutivo ha perdido confianza: el 67 % franceses creen que ha gestionado mal el confinamiento, 12 puntos más que hace una semana, según un sondeo difundido hoy por la cadena «BFM TV», y ocho de cada diez dicen estar preocupados por la pandemia.
Por Marta Garde