París, 29 ene (EFE).-
El presidente francés, Emmanuel Macron, planteará a la presidenta de la Comisión Europea (CE), Ursula von der Leyen, una serie de cambios en la política agraria, en particular sobre las reglas de barbecho y la entrada de productos ucranianos, para afrontar la crisis que afronta su Gobierno con las protestas del sector. «El contexto conduce al presidente a esa discusión con la presidenta de la CE» en la cumbre del próximo jueves en Bruselas, explicaron este lunes fuentes del Elíseo, que no quisieron entrar en las demandas en detalle.
En lo que sí que insistieron las fuentes fue en que Francia rechaza de plano seguir adelante con el acuerdo de libre comercio firmado en 2020 entre la Unión Europea y Mercosur, que está empantanado desde entonces y pendiente de una ratificación cada vez menos probable. No sólo subrayaron que Macron ya ha manifestado repetidamente que «es imposible» concluir el acuerdo, sino que dieron a entender que Bruselas tiene que poner fin a la misión negociadora de la CE en Brasil.
La presidencia francesa recordó las «líneas rojas» por las que rechaza ese acuerdo: la no integración de los acuerdos de París sobre el cambio climático, la ausencia de condiciones para evitar la deforestación y el hecho de que no hay garantías de reciprocidad en términos de reglas sanitarias y medioambientales para los productos agrícolas importados en la UE desde Mercosur.
Sobre el barbecho, el primer ministro francés, Gabriel Attal, avanzó el pasado viernes que lo que quiere obtener Francia es una nueva derogación a la obligación de que los agricultores tengan que dejar sin cultivar un 4 % de sus tierras en cumplimiento de la Política Agraria Común (PAC). Francia también quiere poner límites a la entrada de ciertos productos ucranianos, en particular pollos, huevos y azúcar, que se autorizaron sin aranceles y sin las reglas propias de la UE como medida de apoyo a Kiev por la invasión de Ucrania.
Macron va a llevar estas reclamaciones a una cumbre europea extraordinaria convocada no para abordar la política agraria, sino para tratar de las perspectivas financieras y del apoyo a Ucrania. Dos cuestiones en las que Hungría es protagonista porque el Gobierno del primer ministro húngaro, Viktor Orban, se opuso radicalmente a u acuerdo en el Consejo Europeo de diciembre.
Las fuentes del Elíseo hicieron hincapié en que lo que pretenden es «un acuerdo entre los 27» porque las soluciones que excluirían a Hungría «no nos parecen ni sostenibles ni deseables». Por eso, se esforzaron en evacuar las hipótesis que están circulando sobre posibles sanciones sobre Budapest, y remacharon que para llegar a un compromiso «hay que crear las condiciones propicias al diálogo».
El Ejecutivo de Macron, que ya presentó un paquete de medidas en favor de los agricultores el pasado viernes, no ha logrado acabar con las protestas, que se han reavivado esta tarde con el llamado ‘asedio’ de París, el bloqueo de cerca de una decena de ejes de entrada a parís con tractores. La portavoz del Gobierno, Prisca Thevenot, reconoció esta tarde que «hay que ir más lejos en la protección de su remuneración» para que «puedan vivir de su trabajo».
Por su parte, el ministro de Agricultura, Marc Fesneau, debe presentar más anuncios en los próximos días.