París, 03 ene (EFE).-
El presidente francés, Emmanuel Macron, subrayó al ministro israelí Benny Gantz que resulta «esencial» evitar cualquier actitud que conduzca a una escalada de la guerra en el Líbano, después del ataque en Beirut que acabó con la vida del ‘número dos’ de Hamás, Saleh al Arouri, atribuido a Israel.
En un comunicado publicado en la noche del martes al miércoles, el Elíseo señaló que en su conversación con Gantz Macron insistió en que va a seguir repitiendo ese mensaje sobre la necesidad de evitar una escalada «a todos los actores implicados directa o indirectamente en la zona».
En el comunicado, en el que no se hace mención explícita de la acción contra Al Arouri, del que como es habitual Israel no ha querido atribuirse la autoría, el Elíseo afirma que Francia está trabajando para impedir que el conflicto se propague a la frontera entre Israel y el Líbano.
Para eso pide a todas las partes que respeten la resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, que sirvió para poner fin en 2006 a la guerra entre Israel y el Líbano, y que entonces fue asumida por los gobiernos de ambos países, incluido Hizbulá.
Tras el asesinato este martes del ‘número dos’ de Hamás en la capital libanesa, Hizbulá dio por hecho que fue obra de Israel, lo calificó de un acto «muy peligroso» para el Líbano y advirtió de que «no pasará sin respuesta».
Macron también manifestó al ministro israelí en la conversación telefónica que ambos mantuvieron «su muy gran preocupación» por el gran número de víctimas civiles y por la «situación de urgencia humanitaria absoluta» en Gaza.
Recordó lo que llamó «el imperativo de protección de los civiles que se impone a Israel», e hizo hincapié en «la urgencia» que hay para enviar «la ayuda necesaria» a la población de Gaza, así como la necesidad de trabajar para «un alto el fuego duradero, con la ayuda de todos los socios regionales e internacionales».
Macron criticó las declaraciones de responsables israelíes sobre el desplazamiento forzado de los palestinos de Gaza porque «no son aceptables y contradicen la solución de dos Estados, que constituye la única viable para que vuelva la paz y la seguridad para todos».
Aludía a los llamamientos hechos por varios ministros ultraderechistas del Ejecutivo israelí para sacar a los palestinos de la Franja de Gaza (unos 2,2 millones de personas) para que puedan volver los colonos israelíes que fueron evacuados en 2005 (unos 8.000) por decisión unilateral del propio Gobierno de Israel del entonces primer ministro, Ariel Sharon.