Hermosillo (México), 17 jul (EFE).- Decenas de manifestantes exigieron este miércoles a las autoridades mexicanas cancelar las concesiones del Grupo México tras el derrame de 3.000 litros de ácido sulfúrico al Mar de Cortés, el más reciente de 22 accidentes medioambientales atribuidos a esta empresa minera desde 1998.
Los manifestantes se plantaron frente a las oficinas del Grupo México en la ciudad mexicana de Hermosillo con mantas en la que acusan a la minera de convertir al estado de Sonora, noroeste del país, en un basurero tóxico.
«Retiro de concesión inmediata a Grupo México por violentar derechos humanos» y «Grupo México, el Chernobyl de Sonora», señalaban la mantas que esgrimieron los manifestantes durante la protesta y bloqueo simbólico de los accesos a las oficinas de la empresa.
«Después del derrame del Río Sonora (2014) le dieron un premio a Grupo México al permitir su expansión», declaró la activista mexicana Rosa María O’Leary durante la manifestación
O’Leary reclamó respeto para Sonora y sus habitantes tanto del grupo minero como de las autoridades, a las que, denunció, se les debe «fincar responsabilidades penales por ser omisas, irresponsables y corruptas» al privilegiar a la empresa.
El Grupo México se encuentra bajo investigación del Gobierno mexicano por haber generado 22 accidentes medioambientales en los últimos 22 años, que podrían llevar a la pérdida de sus concesiones mineras en el país.
El más reciente de estos accidentes se presentó el pasado 10 de julio en la Terminal Marítima de Guaymas, Sonora, cuando el fallo de una válvula en la planta del Grupo México causó que se derramaran 3.000 litros de ácido sulfúrico al Mar de Cortés, conocido también como Golfo de California.
Días después del accidente, aparecieron en imágenes los cadáveres de una tortuga, un lobo marino y algunos peces, fotografías que no tardaron en circular por redes sociales y televisión y que hicieron que se incrementara el rechazo a las actividades de la minera.
El Grupo México, que preside el empresario Germán Larrea Mota Velasco, se posicionó en 2019 como la empresa minera más importante de México en producción, el tercer productor más grande en Estados Unidos y el cuarto productor de cobre en el mundo.
Entre otros accidentes medioambientales atribuidos al Grupo México, el ocurrido en 2014 está considerado como el mayor desastre ambiental en la historia de la minería mexicana.
El 6 de agosto de 2014, el derrame de 40.000 metros cúbicos de solución de cobre acidulada causó la contaminación de los ríos Bacánuchi y Sonora, dejando sin agua para consumo humano y actividades productivas a unos 25.000 habitantes de siete municipios
«Nunca recibimos un peso de indemnización y mucha personas enfermaron, hay muertos a causa del cáncer y de la misma contaminación», denunció Ángel María Tapia López, presidente ejidal del Molino de Camou, la comunidad más afectada por el derrame en el río Sonora en 2014.
En caso de que las autoridades ambientales de México lleguen a aplicar sanciones a Grupo México estas «pueden ser multas desde 22.000 pesos (unos 1.160 dólares) hasta 4 millones de pesos (210,9 millones de dólares).