León (México), 2 feb (EFE).- Adrián, Julián y Bryan LeBarón, familiares de los mormones que fueron masacrados el 4 de noviembre en el estado mexicano de Sonora, encabezaron una marcha en el central estado de Guanajuato, el más violento del país, para rechazar la violencia y el terror en todas sus formas.
Unas 200 personas acompañaron a los LeBarón a las 11:00 horas desde el Arco de la Calzada hasta la Plaza Principal, en la ciudad de León, el último destino de una marcha que inició el 23 de enero en Cuernavaca, en el central estado de Morelos, y que pasó el domingo pasado por el Palacio Nacional en Ciudad de México.
En el último trayecto, de cerca de un kilómetro, el contingente lanzó consignas en rechazo a la violencia, mientras la gente apostada a lo largo del recorrido aplaudía a los inconformes y gritaba frases de apoyo.
«Muchos nos han acusado de estar en contra del presidente (Andrés Manuel López Obrador), pero no es el caso. Lo que menos queremos es su fracaso, solo pedimos que se deje de culpar a las decisiones del pasado porque son inalterables y se construyen soluciones pensando en el futuro de todos», dijo Bryan LeBarón en un mitin posterior.
Este grupo de mormones busca justicia desde noviembre pasado, cuando seis niños y tres mujeres de la familia murieron en un ataque del crimen organizado en el poblado de Bavispe, en el límite de los noroccidentales estados de Sonora y Chihuahua.
Aunque reconoció a López Obrador como un «hombre honorable» que ama a su pueblo al enfatizar que la marcha no es para dañar su imagen ni un acto de propaganda, Bryan cuestionó el plan de seguridad del mandatario.
«Nos han prometido un gran cambio, pero parece que el problema es mucho más grande que su solución, porque hasta el momento no hay un resultado positivo que nos da la esperanza de que se podrá garantizar la paz, la libertad y la vida», dijo Bryan.
A nombre de los integrantes de la familia de mormones, Bryan invitó al presidente a leer la Biblia «para que pueda ayudarse a definir la justicia, y seguir promoviendo la caridad, la bondad y el amor al prójimo».
«Nuestro presidente prometió un progreso para la seguridad, sin embargo presidió el año más violento desde la Revolución», denunció.
Según cifras oficiales, México reportó 34.582 asesinatos en 2019, la cifra más alta desde que se iniciaron los conteos oficiales hace 20 años.
Guanajuato, a su vez, cerró el año como el estado más violento con 3.540 homicidios dolosos, de acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública.
Byan LeBarón adelantó que preparan una propuesta ciudadana como alternativa a la reforma judicial que estaría por presentar el gobierno federal el 15 de febrero, pues según el activista todo indica que esta representaría un retroceso de 10 años, especialmente en cuestiones de derechos humanos.
«No podemos permitir que la urgencia de dar resultados les permita sacrificar nuestros derechos más fundamentales para imponer justicia, porque corremos el gran riesgo de construir falsas justicias», advirtió.
Tras dirigir un mensaje a quienes los acompañaron en la marcha, los LeBarón se unieron al coro de niños «Vida y Esperanza», de la Parroquia del Señor de los Milagros, para entonar el Himno a la Alegría y otros cantos.
Como reconocimiento a su participación, Adrián, Julián y Bryan recibieron claveles blancos en señal de paz.
En la marcha por la paz, los Lebarón y el activista y poeta Javier Sicilia intentaron reunirse con el presidente López Obrador en el Palacio Nacional de la capital mexicana el domingo pasado.
Sin embargo, el mandatario les avisó que en su lugar estaría el gabinete de seguridad, ofrecimiento que fue rechazado por ellos.