Chicago (EE.UU.), 6 jul (EFE).- El nuevo proyecto de la selección de México bajo la dirección el entrenador argentino, Gerardo «Tata » Martino tendrá su primera y verdadera prueba de fuego cuando mañana, domingo, en el Solider Field de Chicago se enfrente a la de Estados Unidos en la final de la decimoquinta edición de la Copa Oro.
Algo que no tiene preocupado sino motivado a Martino, quien en la última rueda de prensa previa al encuentro, reconoció que el objetivo que persigue el equipo desde que llegó al máximo torneo de selecciones de la Concacaf no es otro que lograr el título.
«Eso es algo que asumimos desde antes de llegar a la competición y estamos donde queríamos», comentó Martino, quien también tiene el gran aliciente de buscar el primer título como entrenador de selecciones después de que no los pudo lograr con las de Paraguay y Argentina en la Copa America. «Pero también tenemos claro que nuestro proyecto va más allá de lo que suceda el domingo».
Martino, sin justificarse previamente ante una eventual derrota frente a Estados Unidos, reiteró como ha manifestado en todas las ruedas de prensa que ha dado, que además de levantar el título, algunos objetivos se van cumpliendo en su proyecto de cuatro años.
«En la Copa Oro estamos perfilando lo que queremos, los objetivos son varios y no se limita a lo que pueda ocurrir mañana al terminar el partido», señaló Martino.
En este sentido, el estratega argentino alabó el trabajo, la adaptación y aportación que habían hecho hasta ahora los jóvenes valores que hay dentro del fútbol mexicano.
«Lo más importante es la experiencia que han adquirido les servirá para el futuro, y que esto es precisamente uno de los objetivos que ya hemos conseguido, al margen del resultado que se dé en el partido del domingo», subrayó Martino.
Inclusive no tuvo problemas a la hora de mencionar algunos de los jóvenes valores que han destacado bajo su valoración.
«Creo que aquellos muchachos que participan en los primeros partidos en selección mayor, están haciendo bien su trabajo. Como es el caso del delantero Roberto Alvarado (20 años), Chaka Rodríguez, son jóvenes y han tenido continuidad y eso les servirá de mucho de cara al futuro», defendió Martino.
En cuanto a definir como se presenta la sexta final de la Copa Oro que van a disputar México y Estados Unidos en la historia del torneo de selecciones más importante de la Concacaf, que favorece 4-1 al «Tri» en los «Clásicos» anteriores, Martino admitió que iba a estar muy igualada.
«Creo que es una final pareja, con opciones para ambos equipos. Veo un partido con protagonismo compartido. Indudablemente tendremos un partido distinto a los que hemos jugado hasta ahora», valoró Martino, que vuelve al banquillo después de haberse perdido el partido de semifinales frente a Haití por suspensión tras acumulación de dos tarjetas amarillas.
Precisamente al comentar la actuación arbitral que se dio durante el partido, con un penalti más que dudoso que dio el triunfo a México, Martino «defendió» que la organización del torneo no «favorece» a que se dé siempre una final entre el «Tri» y Estados Unidos.
«Estoy convencido que de haber habido VAR la jugada del penalti que le hicieron a Raúl Jiménez se hubiese mantenido y por lo tanto el gol fue justo», destacó Martino.
Por último, el seleccionador de México admitió que el gran peligro que tiene Estados Unidos en su plantilla es el medio punto Christian Pulisic, nuevo jugador del Chelsea.
«Pulisic es una de las grandes apariciones del fútbol mundial, es uno de los jugadores más desequilibrantes de los últimos tiempos. Si no tenemos atención especial sobre él cuando se vaya al ataque, entonces la vamos a pasar mal, porque es uno de los jugadores que el sólo puede definir un partido», adelantó Martino. «Creo que Pulisic es uno de los grandes jugadores emergentes del fútbol mundial en esta última era, sin duda».
Pero Martino está también convencido que México saldrá al campo no sólo con la mentalidad ganadora sino consciente que deberán hacer el mejor fútbol en lo que va del torneo si al final quieren conseguir el que será el octavo título de campeones de la Copa Oro, que les asegurará la hegemonía dentro de la Concacaf.