El viernes 31 de diciembre de 2021, en la parte final del programa de radio “La Mesa de la Verdad”, ante la entrada del invierno y la multiplicación de casos graves por Covid-19, advertí que tendríamos que ser fuertes en la fe, pues habría cientos de muertos en Aguascalientes al llegar enero y febrero; perderíamos familiares, amigos y seres cercanos.
José Luis Morales me dijo que uno de esos fallecidos podría ser yo. Le respondí que sí, al estar vivos la muerte es totalmente segura. Pero que de morir le mandaría un mensaje a través de S. Ella lo buscaría y debería atenderla.
Le advertí: “Te vas a cagar”.
Horas después, ese mismo viernes 31 de diciembre de 2021, una amiga y colega me buscó a través de un mensaje vía WhatsApp, semanas atrás, en cuestión de días, ella había perdido a su padre y a su madre. Estaba en busca de respuestas. Quería conocer a S.
Le escribí: “Te busco la siguiente semana”.
Pasaron los días, semanas y meses. Pasó el invierno y llegó la primavera. El lunes 25 de abril, en el Foro de las Estrellas, coincidimos en la zona de prensa y nos saludamos. Me compartió que encontró a una persona que le hizo llegar varios mensajes de sus padres. La noté emocionada, tranquila, en paz. Halló algunas de las respuestas que ella buscaba.
Asombrada nos platicó detalles de las escenas de cómo encontró a sus padres fallecidos, ambas fueron muertes repentinas. Aspectos que solamente ella sabía le fueron descritos por la persona a través de la cual le llegaron los mensajes de papá y mamá.
La felicité porque sus papás lograron comunicarse con ella a través de esa persona. Encontraron un canal, un vehículo de comunicación entre ellos y ella. No todos tienen acceso a esas charlas que reconfortan.
Descubrió detalles de papá y mamá que no conocía. Aspectos que le confirmaron que se trataba de ellos haciéndole llegar un mensaje de paz y amor.
Hace más de un año, S me buscó de madrugada para decirme que tenía un terrible presentimiento. Veía a su familia sufriendo y llorando, tenía la sospecha que fallecería.
Me pidió que de morir, su cuerpo fuera incinerado. Que deseaba descansar. Me advirtió que me iba a echar un pleito de antología con su familia por incinerarla.
Días después su familia estaba de luto. No falleció ella, pero sí un familiar muy cercano. Muy joven murió de una extraña enfermedad. Amaneció muerto en su cama.
S me dijo que él había sido asesinado y sospechaba de una mujer. Semanas después la sospechosa se suicidó. Ella se había ahorcado y días después su cadáver fue localizado.
Hay un mundo más allá de la piel al que no todos tenemos accesos. Un espacio desde el que las almas que se adelantaron nos pueden ver en silencio. Ellos allá y nosotros aquí.
El amor traspasa los mundos.