CIUDAD DE MÉXICO, febrero 13 (EL UNIVERSAL).-
Alejandro Fernández ya salió a hablar del episodio que protagonizó hace unos días, cuando se presentó en la Feria de León en un estado inconveniente, pues de acuerdo con lo que se puede apreciar en los videos que comenzaron a circular en redes sociales, se ve al cantante pasado de copas, situación por el que el intérprete de ranchero no negó sus culpas y, en cambio, confesó el motivo por el que se toma una copa antes de presentarse en concierto.
El pasado 5 de febrero se difundieron diferentes videos, capturados por las y los asistentes al concierto que «el Potrillo» ofreció en la Feria de León, Guanajuato, en los que se puede ver al cantante en visible estado de ebriedad, pues no sólo caminaba a lo largo del escenario con pasos tambaleantes, sino que cuando los medios de comunicación conversaron con él, arrastraba las palabras a la hora de contestar, evidenciando que no se encontraba en sus cinco sentidos.
Esta situación llevó a que fuera muy criticado no sólo por sus fans, sino por la prensa, que expresó que un artista de su talla no podía exponerse de esa manera y, además, ofrecer un concierto cuando sus energías no estaban puestas al cien por ciento en el evento, sin embargo, Fernández prefirió no hacer ningún tipo de pronunciamiento, hasta que este fin de semana, en un encuentro previo con la prensa, rompió el silencio.
El intérprete de «Sin tantita pena» conversó con diferentes medios a los que expresó que su comportamiento se había debido a las emociones que lo asaltaron aquella noche, ya que no sólo revivió muchos de los momentos que vivió a lado de su padre, Vicente Fernández, sino que al presenciar a su hijo Alex interpretar la música ranchera, siguiendo los consejos que él le dio, se sintió muy conmovido, sin embargo, cuando charló con «Ventaneando» fue mucho más específico.
En entrevista con este programa de televisión, el cantante de 51 años reconoció lo innegable, al aceptar que, en efecto, aquella noche no midió la cantidad de bebidas alcohólicas que consumió, sin embargo, explicó que fueron muchos los factores que lo llevaron al comportamiento que adoptó durante esa noche pues, además de recordar a su padre fallecido, llevaba más de dos meses sin tomar una gota de alcohol, lo que le cobró factura.
De acuerdo con Alejandro, hacía dos meses subió más de 20 kilos, por lo que cambió sus hábitos, entre ellos, el de beber, por lo que no fue sino hasta su concierto en la Feria de León que volvió a probar la bebida, pero la falta de habitualidad al alcohol no fue todo lo que provocó que se emborrachara como lo hizo, sino que ese día tuvo una agenda tan ajetreada que le impidió comer.
«No traía nada en el estómago, se me junto con lo emocional (y) me solté a llorar como bebé», confió.
Aunque «el Potrillo» no negó que, usualmente, le gusta tomarse una o dos copas antes de salir a ofrecer un concierto, pero lo hace, sobre todo, porque reveló que sufre de ataques de pánico y ansiedad cuando sale al escenario, por lo que el efecto del alcohol le ayuda a relajarse y sobreponerse a esos episodios.
«Sí me gusta echarme mi trago; de repente uno o dos tragos me ayuda mucho», contó.
Fernández también contó cómo fue que se enteró que su estado había causado tanto revuelo, pues su novia Karla Laveaga le marcó molesta, preguntándole si ya había visto todos los memes que habían hecho de él y su aspecto, expresándole que se había visto muy mal, pero no fue sino hasta que su mamá, Doña Cuquita, se comunicó con él con un tono de voz preocupada que decidió buscar en internet los videos.
«Veo los videos y ni cómo defenderlo, me equivoqué», reconoció.
Luego de eso, el intérprete salió vestido de charro al escenario de Jardines de México, en el Estado de México, para presentarse frente a 8 mil personas, entre las que se encontraban su hijo Alex y su esposa Alexa Hernández.