Por fin hay un tema que desvía un poco la atención del Covid, un asunto que ha sido obligado desde hace poco más de un año de que llegó la pandemia a nuestro país con las consecuencias ya de todos sabida.
Lo malo es que se hace a un lado el tema de la pandemia para abordar otro que pone nerviosa a toda la humanidad: la inminente guerra en Medio Oriente protagonizada por Israel y Gaza.
Pero usted se preguntará: ¿en qué nos afecta a los mexicanos?, pues fácil, una guerra nos afecta a todos, no nada más a la gente que vive en el área del conflicto. No olvidemos que en Medio Oriente se produce la mayor cantidad de petróleo que se envía a todo el mundo. Vamos, el bloqueo del Canal de Suez, hace pocas semanas, provocó una escasez de insumos a nivel internacional que aún se siguen sufriendo las consecuencias; esta comparación nos habla de la afección que podría tener una lejana guerra en nuestro continente, aunque menor, pero existe la posibilidad.
La otra implicación podría ser diplomática, pues aunque nuestro país tiene la política de no intervención, no puede soslayar que un conflicto que amenaza con traspasar fronteras afecte todo el entorno. Estados Unidos, nuestro vecino, tiene un papel preponderante en éste, y de hecho en todos los grandes conflictos de todo el mundo por ser la primera potencia a nivel mundial.
Incluso Juan Ramón de la Fuente, embajador de México ante la Organización de las Naciones Unidas, expresó la profunda consternación del país ante el deterioro de la situación entre israelíes y palestinos y reclamó que el Consejo de Seguridad se pronuncie para poner fin a la violencia en la región.
Y realmente no sólo en México, sino a nivel internacional, se levantan las voces para lamentar la muerte de civiles, muchos de ellos niños, como resultado de los enfrentamientos de los israelíes y palestinos.
El Papa demandó ayer la paz y advirtió sobre la espiral de violencia que se daría si el conflicto no para, y el dirigente de la ONU de plano exige que esto se detenga, pues como ya lo comentamos líneas arriba, son inocentes la mayoría de las víctimas.
Y lamentablemente todo esto pasa por las razones por las que se originan todos los conflictos: la diferencia de ideas, de costumbres, de empatía, de religión. Todo esto mezclado con el fanatismo da como resultado que la humanidad esté preocupada por lo que pueda pasar en el lejano Medio Oriente.
Pero una guerra es una guerra y no podemos ser indiferentes a la complicadísima situación que sufren las principales víctimas: las personas inocentes, la sociedad civil que no tiene vela en el entierro, pero que son los que suman los heridos y los muchos muertos que se han registrado por este conflicto.