Aunque Megan Fox, conocida por su papel en «Transformers» y «Quiero ser superfamosa», fue coronada como la mujer más sexy del mundo en una encuesta anual de la revista FHM Online en 2008, superando a figuras como Scarlett Johansson y Jessica Alba, más tarde compartió su lucha contra la dismorfia corporal, un trastorno mental que conlleva una preocupación obsesiva por defectos percibidos en la apariencia física.
Hace un año, Fox reveló que nunca ha visto su cuerpo de la manera en que lo hace el público y que jamás ha llegado a aceptarlo completamente. Además, se vio envuelta en controversia después de aparecer en una fotografía con amigos y su entonces pareja, el músico Machine Gun Kelly. Usuarios de redes sociales la acusaron de un intento obsesivo por modificar su rostro mediante procedimientos quirúrgicos, comparándola con las integrantes del clan Kardashian, conocidas por sus labios voluminosos y estilos de cabello llamativos.
Ahora, en una entrevista en el podcast «Call her Daddy», Fox abordó su continua transformación física y destacó las estigmatizaciones asociadas con la cirugía estética. Reconoció que esta es una lucha de la que no se ve ganadora y expresó la esperanza de que su sinceridad pueda «liberar a algunas personas».
La actriz de «Tortugas Ninja» explicó que se sometió a un aumento de senos de manera conservadora entre las grabaciones de las primeras películas de «Transformers», justo después de terminar de amamantar a sus hijos, fruto de su relación con Brian Austin Green. Sin embargo, tuvo que enfrentarse a problemas con los implantes en la actualidad, lo que la llevó a someterse a otro procedimiento.
En cuanto a las especulaciones sobre cirugías en su nariz, Fox aclaró que solo se ha sometido a una rinoplastia cuando tenía más de 20 años, negando los rumores de múltiples intervenciones. Admitió haber recibido Botox y relleno, explicando que la percepción de su nariz diferente se debe a técnicas de contorneo.
En cuanto a los procedimientos no realizados, Fox mencionó que nunca ha optado por un lifting facial o la técnica de «hilos». Tampoco ha considerado el levantamiento de cejas o la eliminación de grasa bucal. En cuanto a su trasero, afirmó que no ha sido intervenido: «Si pudiera, lo haría. No tengo grasa corporal extra».
A pesar de su apertura sobre su experiencia con la cirugía estética, Fox confesó tener un temor profundo a morir durante algún procedimiento quirúrgico: «No me gusta la cirugía. Mi cuerpo no reacciona bien a la anestesia general. Tengo mucho miedo de morir bajo anestesia general».