La Embajada estadounidense afirmó la semana pasada que en junio hubo 83.536 arrestos en puertos de entrada, el nivel más bajo desde enero de 2021 e inferior a junio de 2019, antes de la pandemia de covid-19, lo que atribuye a la orden ejecutiva del presidente, Joe Biden, para restringir el asilo y agilizar las deportaciones.
Pero los activistas ven que no ha cesado la migración en México, cuyo Gobierno encontró un récord de casi 1,4 millones de migrantes de enero a mayo, un aumento del 650 % interanual.
Mani Arias alertó de que Ciudad Juárez no está lista para recibir una caravana como la que salió esta semana de Chiapas, en el límite sur de México.
“Definitivamente, para recibir a 3.000 personas no estamos en este momento preparados, pero la ciudad ha respondido en momentos tan trágicos con esta emergencia. Creemos que no tenemos las condiciones, pero ya tenemos la experiencia, ya hemos trabajado de esa manera desde el 2018”, dijo.
El padre Juan Carlos López Moreno, vocero de la Diócesis de Ciudad Juárez, que gestiona la Casa del Migrante, indicó que el fenómeno va a continuar, por lo que cuestionó el cierre del albergue del Gobierno.
“El problema de la migración no ha terminado, está una caravana que ya ha comenzado su camino. Lo que sí tenemos que reconocer es que la presencia de los migrantes en Juárez ha disminuido un poco, probablemente esa sea la razón por la cual las autoridades han decidido desinstalar este campamento”, indicó.
Dijo que los números bajos que hay actualmente en Juárez no deben llevar a suponer que el fenómeno de la migración está terminando.
“La pastoral que atiende a los migrantes hacemos lo que podemos con lo que tenemos y, obviamente, siempre estaremos cortos. Aunque la gente ha sido muy generosa y ha habido mucha disposición, nuestra respuesta siempre es corta», observó López Moreno.