México, 22 oct (EFE).- Una novedosa microválvula desarrollada por investigadores mexicanos podría reducir la presión intraocular y evitar que el glaucoma se convierta en una condición más grave como la ceguera, indicaron este martes sus creadores.
El dispositivo, creado en conjunto por investigadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y la Fundación Markoptic, está inspirado en un motor de combustión interna de un avión y su principal función es expulsar el humor acuoso del ojo, liberando la presión ocular.
Los investigadores explicaron que la microválcula utiliza un resorte para controlar el flujo constante y la presión intraocular de manera similar a la válvula de admisión de un motor de gasolina.
Esto, aseguraron, podría cambiar la vida de millones de personas que padecen esta condición.
El dispositivo consta de tres componentes: una estructura de válvula con salida de líquido, un resorte flexible y la carcasa de la válvula que mantiene unidas las partes.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) ha establecido que el glaucoma es la segunda causa de ceguera a nivel mundial, solo después de las cataratas.
Del mismo modo, se estima que 4,5 millones de personas en el mundo son ciegas debido a esta condición, que en algunos casos es causada por el aumento de la presión en el ojo, lo que ocasiona un daño al nervio óptico.
Es justo ese nervio el encargado de enviar las señales que percibe el ojo hasta el cerebro, por lo que si el daño perdura por mucho tiempo puede causar gradualmente la pérdida de visión.
Es una enfermedad muy prevalente, ya que entre el 2,5 y el 3 % de la población general puede estar afectado por ello.
En mayores de 70 años, el porcentaje asciende entre un 8 % y un 12 %.
En tanto, otros 60 millones la padecen en sus etapas tempranas. De acuerdo con estimaciones de la OMS se proyecta que para 2020 la cifra aumente a 80 millones de pacientes.
La idea de este dispositivo surgió de Manuel Gallardo, socio fundador de la Fundación Markoptic, quien nació con glaucoma y perdió la vista hace 13 años a pesar de haber sido sometido a cinco transplantes de córnea.
El Laboratorio Nacional de Soluciones Biomiméticas para Diagnóstico y Terapia (LaNSBioDyT) de la UNAM colaboró en la fabricación de este dispositivo, aportando su experiencia y prestando sus instalaciones para la microfabricación de la válvula.