La Paz, 14 jun (EFE).- Un despliegue policial en la residencia oficial de México en Bolivia, donde se encuentran exautoridades del anterior gobierno de Evo Morales, motivó este domingo una consulta de la Embajada mexicana en La Paz a las autoridades bolivianas.
«El día de hoy se registró un movimiento policial inusual en los alrededores de la Residencia de México en Bolivia. Después de conversar con las autoridades del @MRE_Bolivia -Ministerio de Relaciones Exteriores-, quienes aseguraron la integridad del recinto conforme al Derecho Internacional, la policía se retiró», publicó la Embajada mexicana en Twitter.
La Cancillería boliviana compartió en la mima red social el mensaje de la Embajada de México, sin añadir algún comentario.
El viceministro interino de Seguridad Ciudadana de Bolivia, Wilson Santamaría, por su parte, calificó el despliegue de «operaciones rutinarias de seguridad».
Mientras que la Defensora interina del Pueblo de Bolivia, Nadia Cruz, lo definió como un «nuevo asedio policial a la Embajada de México» y pidió a la Policía Boliviana «ajustar su accionar al respeto de la norma nacional e internacional, en especial la de protección de los ddhh -derechos humanos- y asumir la responsabilidad de sus excesos policiales».
La residencia mexicana en La Paz acoge a varios exministros de Evo Morales, entre otras exautoridades, que esperan un salvoconducto para salir de Bolivia, donde se iniciaron procesos judiciales contra ellos por distintas acusaciones, entre ellas supuestos delitos de terrorismo y sedición en algunos casos.
Los operativos policiales alrededor de la residencia diplomática son motivo de queja por parte de México, cuyas relaciones con el Gobierno interino de Bolivia están deterioradas desde que el país norteamericano acogió a Morales en noviembre pasado, tras anunciar su renuncia denunciando que era forzado a dejar el poder por un golpe de Estado para derrocarlo en medio de presiones de militares y policías, entre otras.
Una visita de diplomáticos de España a la residencia mexicana desencadenó además el pasado diciembre una crisis diplomática entre este país y Bolivia, con expulsión mutua de varios de sus representantes en Madrid y en La Paz, aunque luego en marzo acordaron encauzar sus relaciones para dejar atrás la tensión.