México, 8 may (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, anunció este viernes que pedirá explicaciones formales mediante una nota diplomática al Gobierno de Estados Unidos por un operativo de 2009 que consistió en introducir armas a territorio mexicano para rastrearlas y dar con los narcotraficantes.
«Vamos a mandar una nota diplomática al Gobierno de Estados Unidos. Queremos informe sobre este caso. Que informe el Departamento de Justicia», exigió López Obrador en su conferencia diaria desde Palacio Nacional.
Esta reacción diplomática llegó después de que el entonces presidente de México, Felipe Calderón (2006-2012), aclarara ayer por Twitter que él no sabía nada de este operativo, llamado «Rápido y furioso», sino que fue Estados Unidos quien decidió y ejecutó el plan.
Calderón aseveró que durante su administración pidió «firmemente» al Ejecutivo estadounidense «detener el tráfico de armas que llegaban a los criminales».
Además, se enteró «después» de que en un intento por judicializar a los narcotraficantes, las autoridades de ese país «introdujeron detectores electrónicos en armas comercializadas en la frontera para rastrear su movimiento».
Tras esta declaración, López Obrador reconoció estar «ante un caso delicadísimo, porque se está reconociendo que hubo una intromisión ilegal, violatoria» de la soberanía nacional de México si no hubo una cooperación.
«Esas armas se usaron para cometer homicidios en México. Incluso con una de esas armas se le quitó la vida a un funcionario estadounidense en México», insistió el presidente.
El canciller mexicano, Marcelo Ebrard, aseguró que «hoy mismo» hará llegar una carta diplomática a Estados Unidos para que comparta «el conjunto de las averiguaciones y las investigaciones que en su tiempo se realizaron respecto a este operativo», de manera que se puedan tanto analizar como informar a la opinión pública.
«Dada la buena relación que existe con Estados Unidos y los acuerdos vigentes, no vería yo inconveniente ni obstáculo para lograr tener esta información», enfatizó.
López Obrador dijo que su vecino del norte «todavía está a tiempo de ofrecer una disculpa», porque aunque era otro el presidente, Barack Obama, «al final de cuentas es el Gobierno de Estados Unidos que tiene que explicar esta situación».
Sin embargo, el mandatario mexicano no dejó pasar la oportunidad de alabar a su homólogo estadounidense, Donald Trump, con quien tiene una gran relación, recordando que dio marcha atrás en su decisión de declarar como terroristas los carteles de drogas mexicanos.
«En todos los casos, (Trump) consulta, y también la respuesta ha sido respetuosa, pero fijando nuestra postura de que somos un país independiente y soberano», reflexionó.