Ciudad de México – México va camino de cerrar 2019 como su año más violento desde que iniciaron los registros envuelto en críticas a la estrategia de seguridad del Gobierno de Andrés Manuel López Obrador, luego del operativo fallido en la ciudad de Culiacán, en el que finalmente se decidió liberar al hijo del "Chapo" Guzmán.
En lo que va de año son 25.890 casos de homicidio doloso, un 2,4 % más que en las mismas fechas del año anterior y 19 % más que la media de los últimos tres años, por lo que, de continuar así, México cerraría 2019 como el año más violento de su historia, advirtió este martes la organización Semáforo Delictivo.
Según los últimos datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, México redujo un 4,7 % la cifra de asesinatos en el mes de septiembre con respecto a agosto, cerrando el mes en 2.825 en comparativa con los 2.948 del mes anterior.
Esta reducción da continuidad a la leve tendencia a la baja que se venía dando desde el mes de junio, cuando se registró de 3.026 asesinatos.
No obstante, los expertos en seguridad creen que el año cerrará como el más violento de su historia, superando las cifras de 2018.
Según el Secretariado Ejecutivo, fueron 33.748 homicidios, una escalofriante cifra que el instituto de estadística elevó en su propio recuento a 35.964 homicidios.
En una conferencia de prensa, el director de la ONG Semáforo Delictivo, Santiago Roel, aseguró que la montaña de cadáveres que acumula el país año a año se debe a los mercados ilegales de drogas, pues "el 80 o 90 % de los homicidios en México son ejecuciones de crimen organizado, y no cualquiera, el que se dedica al narcotráfico".
OPERATIVO EN CULIACÁN PONE EN ENTREDICHO EL PLAN DE SEGURIDAD
Roel cargó contra el operativo realizado el jueves 17 de octubre en la ciudad de Culiacán, uno de los fortines del poderoso cártel de Sinaloa, en el que se tuvo retenido al Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín, "El Chapo" Guzmán, a quien horas después se ordenó liberar.
"El Gobierno federal tomó una decisión totalmente equivocada en Sinaloa. ¿Cuál era el objetivo de ir a capturar un capo más en Sinaloa?. Si ya sabemos que eso lo único que provoca es caos, es muerte, es incremento de delitos", clamó.
Asimismo, abundó en esto explicando que, cuando un cártel se descabeza, las consecuencias son claras: "se crea una guerra, ya sea interna del propio cártel o por el ataque de cárteles rivales".
En este sentido, las estadísticas son claras al respecto y dan la razón a Roel.
Los asesinatos se dispararon después de 2007, cuando el entonces presidente Felipe Calderón (2006-2012) apostó por un combate central al narcotráfico que dejó muchos muertos.
Si en 2007 hubo 10.253 homicidios dolosos, año con año los muertos se multiplicaron.
Según cifras oficiales, en 2008 hubieron 13.155 asesinatos; en 2009, 16.118, y en 2010, 20.680.
El pico llegó en 2011 con 22.852 y después de eso se registró una caída hasta 15.660 en 2014, ya con Enrique Peña Nieto (2012-2018) como mandatario.
De ahí en adelante, volvió a subir aceleradamente, coincidiendo además con la captura del "Chapo" Guzmán en 2014.
La organización que lidera Roel apuesta por una estrategia contraria a la confrontación que, si bien ha sido mencionada por el Ejecutivo federal -está en su Plan Nacional de Desarrollo- no se está llevando a cabo: la regularización de las drogas.
"Se deben regular todas las drogas, es la única manera de quitarle el poder económico a los cárteles, a las mafias", dijo.
Por su parte, el experto en seguridad Juan Carlos Montero dijo este martes a Efe que el operativo de Culiacán fue "una contradicción de la estrategia de seguridad que habían declarado".
"Decían que la estrategia de seguridad era atacar a las finanzas de los criminales", recordó el profesor de la escuela de Ciencias Sociales y Gobierno del Tecnológico de Monterrey.
Y agregó que el fallido operativo ha sido un golpe a la confianza que se tenía hasta entonces en la estrategia de seguridad del Ejecutivo, de la cual destacó que sí hay una menor letalidad -cuando hay más detenidos que fallecidos- por parte de los elementos del Ejército y la policía.
"Hasta el jueves a mí me parecía que no había una desconfianza, me parece que había confianza hacia el presidente, hacia su estrategia, pero lo del jueves fue una sacudida muy fuerte. Se contradijeron y mostraron indefinición, mostraron duda, debilidad", abundó.
Pese a esto, el experto mantiene cierto optimismo y esperan "que esta baja (mensual) en los homicidios se mantenga, que pueda reducirse esa violencia y que 2018 se mantenga como el más violento".