México, 11 jun (EFE).- México mantiene un rezago en cuanto a la duración de los permisos de paternidad respecto al promedio de los países que integran la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), indicó este martes la organización Early Institute.
De acuerdo con el ‘think tank’ mexicano, en el país la Ley Federal del Trabajo estipula que el permiso de paternidad tiene una duración de cinco días con goce de sueldo, tanto en el caso de nacimiento como de adopción.
Pero en los países de la OCDE, el permiso por paternidad, en promedio, es de ocho semanas.
De acuerdo con cifras de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el permiso por paternidad, entre otros beneficios, incentivan la participación de los hombres en las responsabilidades familiares y en el desarrollo infantil.
Cuando los padres hacen uso de este beneficio, en especial los que toman dos semanas o más, tienen más probabilidades de interactuar con sus hijos pequeños.
Esta política puede tener efectos positivos sobre la igualdad en el hogar y en el trabajo, y provocar cambios en las relaciones y en la percepción de los roles de los progenitores, consideró el organismo en este boletín publicado en motivo del Día del Padre, que se festeja este 16 de junio.
Cándido Pérez, investigador de Early Institute, señaló que «en la mayoría de países desarrollados las políticas de permisos para madres y padres tienden a cubrir la mayor parte del primer año de vida del hijo en igualdad de condiciones».
En Latinoamérica, hasta 2013 seis países no tenían permiso por paternidad, nueve aplicaban un permiso de entre uno y cinco días y cuatro contaban con un permiso de entre 10 y 14 días.
Sólo tres naciones tenían algún tipo de permiso parental más completo: Cuba, Chile y Uruguay.
Por ejemplo, en este último se denomina licencia para cuidados del recién nacido que consiste en la reducción de la jornada laboral, medio tiempo, y puede tomarlo la madre o el padre de manera alternada y hasta los seis meses de edad del bebé.
Pérez subrayó que en México es imprescindible establecer periodos igualitarios entre padres y madres, «incentivar su uso por parte de ellos, y financiarlos, ya sea mediante la seguridad social o con algún otro esquema de contribución general o fondo común con la participación de empleadores y empleados».