CIUDAD DE MÉXICO, agosto 16 (EL UNIVERSAL).- México urgió a la comunidad internacional evaluar «muy seriamente» las transferencias de armas en Afganistán, ya que la «proliferación de armamento» que se desvíe o caiga en «las manos equivocadas» podría ayudar a que los talibanes «consoliden sus objetivos por la vía de la fuerza».
En una reunión de urgencia del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, Alicia Buenrostro Massieu, representante Permanente Alterna de México ante la ONU, pidió que «no se aprueben transferencias (de armas) irresponsables» para, de esa forma, «contener el impacto catastrófico de la situación por la que atraviesa Afganistán«.
México, miembro no permanente del Consejo de Seguridad, expresó su preocupación sobre el hecho de que el control de los talibán de Afganistán «abra la puerta» para que ese país «sea una vez más refugio seguro para grupos terroristas». «Cualquier escenario para el futuro de Afganistán debe asegurar que esto no suceda», exigió la representante mexicana, pidiendo a la comunidad internacional «un frente común» para «dejar en claro que el presente curso de acción resulta inaceptable y que se tienen que respetar los compromisos acordados y privilegiar la vía del diálogo y de la negociación política».
La otra gran inquietud para México de la situación en Afganistán es sobre el impacto humanitario «extremadamente preocupante», «que ha entrado en una fase más destructiva y más mortífera».
«México rechaza la vía de la fuerza y de la violencia y subraya enfáticamente que debe respetarse el marco institucional del país y buscarse un proceso de reconciliación nacional», expresó la representante mexicana. El país está especialmente preocupado por los «ataques deliberados» contra civiles, especialmente contra mujeres, niños y minorías, que son «señal de alarma».
«El precio más alto del atrincheramiento político y militar en Afganistán lo continúan pagando los más vulnerables. La catastrófica trayectoria de violencia afecta a una población que se encuentra en condiciones cada vez más precarias, con muy pocas opciones, especialmente para mujeres y niñas», resumió. Ejemplo de la situación sobre el terreno es «la ola de desplazamientos» y la «desesperación de los civiles por huir de país», añadió.