México, 28 oct (EFE).- México fue el país de adopción del celebérrimo director de cine Luis Buñuel cuando emigró de España y también el lugar donde pudo dar rienda suelta a sus obsesiones como artista, las cuales quedan expuestas desde este lunes en una profusa exposición en la Cineteca Nacional.
«Buñuel en México» muestra más de 300 piezas de todo tipo, desde fotogramas eliminados de sus películas a objetos de utilería pasando por fotografías o piezas de vestuario e incluso guiones y reflexiones del surrealista aragonés.
A través de 10 módulos, el espectador puede ver los pormenores y subhistorias de las 22 películas que hizo en México a través de objetos y curiosidades que recomponen la memoria del artista.
«Gran Casino» (1947), la primera película que hizo en el país, «Simón del desierto» (1965), o la subversiva «Viridiana» (1961), que le hizo alzarse con la Palma de Oro a la mejor película en el Festival de Cannes son algunas de las obras que abren la puerta a la cabeza del cineasta.
Y es que, mientras se recorre la muestra, la gran mayoría de textos son escritos y pensamientos del propio Buñuel (Calanda, 1900 – Ciudad de México, 1983) recopilados durante el paso del tiempo, aquí convertidos en una suerte de voz que surca la cabeza del espectador.
«No sabemos lo que hay en el fondo de la paranoia»; «El paranoico puede ser el hombre más cuerdo y razonable mientras no se le toque su punto flaco», puede leerse en algunas de las paredes de la sala de exposiciones de la Cineteca Nacional.
LAS OBSESIONES DE LUIS BUÑUEL
Si algo destacaba el cine de Buñuel era la capacidad de ahondar en los terrenos grises del ser humano, en las obsesiones y deseos subrepticios, por aquel entonces poco explorados en el cine.
Una parte de la exposición se enfoca precisamente en exponer esas obsesiones a través de imágenes, textos y otros elementos.
El director de la Cineteca Nacional, Alejandro Pelayo, contó a Efe algunas de estas constantes presentes en su cine.
«El erotismo que él siempre lo ubica en los pies, en los muslos de los personajes, en la presencia de animales. Son elementos que sin ver exactamente qué significan porque a él le molestaba dar un significado a los elementos», afirmó.
También mencionó «el deseo insatisfecho, el deseo frustrado», que puede verse desde «Un perro andaluz» (1929) hasta sus últimas películas.
Otro de los intereses del cineasta eran las imperfecciones, plasmadas a través de la diferencia física.
«Me gustan los enanos. Admiro su seguridad en sí mismos», puede leerse en una de las paredes de la exposición.
Otra frase presente en la muestra, también desafiante, es la del escritor mexicano Carlos Fuentes: «Los pobres no son forzosamente buenos y los ricos no son forzosamente malos (…) Buñuel enjuicia a todos los órdenes sociales al tiempo que libera nuestra percepción de los marginados, los deformes, los mutilados, los necrófilos».
OBJETOS QUE HACEN LAS DELICIAS DE LOS CINÉFILOS
Algunos objetos destacan por encima de otros en la exposición. Tal es el caso del crucifijo que se convierte en navaja utilizado en «Viridiana»
Otro es el guión de la película «Él» (1953) una de las más célebres del cineasta, la cual retrata la paranoia y la locura.
También un bastón-espada perteneciente al cineasta o el visor que usó para componer los planos de muchas de sus cintas.
«Los objetos te llevan a su gustos, a sus obsesiones, era un hombre de familia, siempre vivió en la misma casa, en la cerrada Félix Cuevas», apuntó Pelayo sobre los objetos.
Pero, sin duda, el que sería el objeto más valioso de la muestra es la Palma de Oro que ganó en Cannes, reluciente, custodiada junto a dos fotos de Silvia Pinal.
Después de «Viridiana» según el director de la Cineteca, «se va a las ligas mayores, ya ni siquiera va a filmar en México».
«Pero esto es fundamental porque la etapa de México es la etapa formativa, se hace cineasta en México», apuntó.
BUÑUEL Y SU RELACIÓN CON PERSONALIDADES MEXICANAS
La parte final de la exposición, la cual estará disponible desde el 30 de octubre al 19 de abril de 2020, abarca la relación de Buñuel con personalidades de las artes y la cultura mexicana.
La actriz Silvia Pinal, con quien trabajó en «Viridiana», y el director Arturo Ripstein son algunos de ellos.
Pero también hay fotografías de gigantes de la literatura y las artes escénicas como Julio Cortázar y Alejandro Jodorowski, quien desarrolló parte de su obra en México.
También se pueden ver algunas cartas escritas por Octavio Paz dirigidas a Buñuel, quien a pesar de haber nacido en España siempre mostró su amor a México.
«Vine aquí forzado por las circunstancias. Pero he llegado a querer a México cuando lo he conocido. Por lo pronto, y comparado con el resto del mundo, se respira un clima de libertad, hay paz y uno puede dedicarse a su trabajo sin amenazas», versa uno de los textos curatoriales de la exposición.