Viena.- El cultivo de amapola en México aumentó un 21 % y superó las 30.000 hectáreas sembradas en 2017, lo que impulsó al país a ser el segundo productor mundial de opio, detrás de Afganistán y por delante Birmania, según un informe presentado hoy por Naciones Unidas en Viena.
Los datos de México hacen referencia al período comprendido entre julio de 2016 y junio de 2017, en el que en ese país se produjeron unas estimadas 586 toneladas de opio, unas 100 toneladas más que el año anterior.
Con este aumento, México retoma la tendencia al alza que le había caracterizado en los últimos años hasta 2016, cuando la elaboración de esta sustancia estupefaciente disminuyó un 3,4 %.
Eso sí, Afganistán sigue dominando con enorme diferencia la producción mundial de opio, con el 86 % del opio mundial en 2017, frente al 5,6 % en México y el 5,3 % en Birmania.
Estos datos quedan reflejados en el Informe Mundial sobre Drogas 2019 y difundido por la Oficina de Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD).
El Gobierno mexicano está luchando contra la expansión de amapola y erradicó más de 29.000 hectáreas de este cultivo en 2017, lo que le convirtió en el país que más terreno eliminó ese año.
La amapola se localiza principalmente en la Sierra Madre Occidental, donde hacen frontera los estados de Sinaloa, Chihuahua y Durango, en el norte de Nayarit y en la Sierra Madre del Sur, donde coinciden los estados de Guerrero y Oaxaca.
La situación de México en 2017 contrasta con la caída en la producción que sufrieron tanto Afganistán (28,9 %) como Birmania (5,5 %) en 2018, los dos principales exportadores de opio.
Estas variaciones provocaron que la producción global cayera un 25 % de 2017 a 2018, hasta alcanzar unas 7.800 toneladas, lo que rompió con dos décadas consecutivas de aumentos.
La ONUDD apunta en su informe que la principal causa de este descenso fue una sequía que asoló Afganistán.