México, 15 jun (EFE).- El presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, aseguró este lunes que está dispuesto a vender gasolina a Venezuela si ese país lo solicita, siempre y cuando haya «una necesidad humanitaria».
«No nos ha hecho (Venezuela) ninguna solicitud. En el caso que nos hicieran la solicitud y fuese una necesidad humanitaria, lo haríamos», explicó el presidente sobre la venta de combustible durante su conferencia matutina, este lunes desde el oriental Veracruz.
Al ser preguntado por las sanciones que Estados Unidos podría aplicar si se produce esa transacción con Venezuela, López Obrador recordó que «nadie tiene derecho a oprimir a otros» y que «ninguna hegemonía puede aplastar a un país».
«Nosotros somos libres. México es un país independiente, soberano, tomamos nuestras propias decisiones y no nos metemos con las políticas de otros países. Es autodeterminación de los pueblos y ayudar en lo humanitario», enfatizó.
Venezuela enfrenta desde marzo un problema de escasez de gasolina que ha creado colas de varios días en las gasolineras para repostar un vehículo.
El país latinoamericano cuenta con las mayores reservas probadas de petróleo en el planeta, pero tiene problemas con la refinería y se ve obligado a importar gasolina, un proceso dificultado por las sanciones estadounidenses a los países vendedores.
En junio, el Gobierno de Nicolás Maduro consiguió importar una partida de cerca de 1,43 millones de barriles de gasolina procedente de Irán, algo que ha aliviado la situación.
Maduro anunció un nuevo esquema de precios para la gasolina, advirtiendo que se trataba de un «importante recurso» que fue comprado en dólares.
Así, los venezolanos podrán repostar hasta 120 litros por mes por 5.000 bolívares el litro, o 0,02 dólares. Y cada litro adicional se pagará en 0,50 dólares, un precio que rige sin restricciones en más de 200 gasolineras, consideradas «premium», donde no aplican subsidios y en las que se vieron también largas filas en los primeros días de circulación del combustible iraní.
Aunque el tiempo de espera para repostar disminuyó desde la llegada de la gasolina procedente de Irán, sigue siendo en algunos casos de varias horas en la capital, Caracas, y en ciudades del área metropolitana.