CIUDAD DE MÉXICO, marzo 24 (EL UNIVERSAL).-
El pasado lunes 20 de marzo, México y Japón disputaron un trepidante duelo en Miami, en las semifinales del Clásico Mundial de Beisbol.
Ninguna novena imaginó lo que a la postre significaría ese enfrentamiento.
De acuerdo con información de la Major League Baseball (MLB), el choque entre aztecas y nipones por un boleto a la final es considerado el mejor en la historia del Clásico Mundial, desde su instauración en 2006.
En un listado de 10 partidos, el de México y Japón es el que lidera el conteo, por su vibrante desenlace, aun cuando México tuvo «contra las cuerdas» a los asiáticos con un cuadrangular de tres carreras de Luis Urias.
La gran atrapada de Randy Arozarena en el jardín izquierdo, la jugada en el plato que dejó afuera a Joey Meneses, los lanzamientos de Roki Sasaki y Patrick Sandoval, además de la histórica remontada de Japón en la novena baja, hicieron de éste, un duelo inolvidable.
«Este juego fue un thriller de ida y vuelta que tuvo absolutamente de todo», describe el reportero Tomas Harrigan al choque de semifinales.
Japón, campeón por tercera ocasión
La Selección de Japón se coronó a la postre frente a los anfitriones Estados Unidos, con pizarra de 3-2; este duelo se encuentra como el quinto mejor en el listado de las Grandes Ligas.
Con Shohei Ohtani brillando al bat y en la lomita, Japón conquistó su tercer Clásico Mundial de Beisbol; ganó los de 2006 y 2009.