Miami, 12 feb (EFE News).- Más de un millar de barcos de recreo arriarán las velas y atracarán en Miami a partir de este jueves con motivo del Miami International Boat Show, una de las ferias más importantes del sector náutico, que atrae a miles de personas y genera negocios por más de 850 millones de dólares.
La feria, en la que se dan cita las principales marcas de la industria, se sitúa por quinto año consecutivo en el cayo Virginia, una de las islas de la bahía Vizcaína, que está unida al continente por el puente que lleva hacia Cayo Vizcaíno.
Allí se ha construido una marina provisional con materiales naturales donde descansan 1.400 embarcaciones para el goce y disfrute de los amantes de los yates y catamaranes.
Compañías como la francesa Dufour Yachts, la danesa X-Yachts o la española De Antonio Yachts, entre otras muchas, presentarán sus últimos modelos en embarcaciones y las novedades en radares, sonares y demás aparejos en una edición de esta feria en la que la sostenibilidad es la palabra clave.
Son muchos los que aprovecharán la oportunidad para darse una vuelta en las diferentes embarcaciones, como por ejemplo, el Serenity 64, un yate híbrido con placas solares de 20 metros de longitud y diseñado por Ken Downing.
Sin embargo, este no es solo un evento para «los ricos y famosos» sino que hay productos para públicos con presupuestos medios, desde el Sunreef 80, un yate de más de 24 metros de longitud cuya marca no quiso revelar su precio para tratar directamente con compradores, hasta el NauticStar 191 Hybrid, una embarcación de 30.000 dólares.
«Habrá compañías de todos los tamaños, con empresas que presentarán sus barcos de catorce pies (4 metros) hasta aquellos de más de ochenta (24 metros). Habrá variedad de productores y vendedores, por lo que no solo es para grandes compañías, es una representación de toda la industria náutica», comentó a Efe el director del evento, Larry Berryman.
EL IMPACTO DE DOS SUPER BOWL
Este «escaparate global para Miami» es una de las ferias más importantes a nivel internacional y se estima que tendrá un impacto económico de 854,2 millones de dólares y generará unos 5.700 puestos de trabajo, unas cifras que equivaldrían a la celebración de dos Super Bowls, la final de la Liga de Fútbol americano, al año.
«El estado se beneficia enormemente de los impuestos que genera la feria y hay muchas industrias fuera del mundo de los barcos a las que les afecta también, ya sean hoteles, restaurantes o establecimientos de cualquier otra índole», dijo Berryman.
LOS DESAFÍOS
En esta edición número 79 los organizadores quieren concienciar sobre la protección del medioambiente y abordar uno de los grandes problemas al que se enfrentan los océanos: los plásticos de un solo uso.
«Desde un punto de vista medioambiental, el gran desafío es cómo reducir los plásticos de un solo uso. En su conjunto esta industria depende del agua, nuestra supervivencia depende de ella y del acceso a agua limpia. Es responsabilidad de todos mantener las aguas limpias e involucrar a todo el mundo para conseguirlo», añadió.
Algunas de las iniciativas consisten en la venta de botellas de aluminio reutilizables, gafas de sol hechas con redes de pesca o la realización de seminarios en los que expertos enseñarán a los visitantes lo qué pueden hacer para proteger el ecosistema dentro de un barco, cerca de la marina o en sus casas.
Por otro lado, uno de los objetivos de este tipo de ferias es involucrar «en el estilo de vida marítimo» a las familias jóvenes y a los más pequeños, ya que los aficionados cada vez son más mayores y esto resulta «crítico» para que una industria con grandes oportunidades laborales siga adelante.
«Introducir a los mileniales, nuestros jóvenes del futuro en la industria, es tanto un reto como un objetivo que tenemos en mente para mantener esta industria en movimiento. También animar a que los estudiantes opten por la marina como una carrera. De media la marina paga un 20 % más que cualquier otro trabajo en manufacturas o ventas», explicó Berryman.
Para ello, los organizadores han planificado actividades para que los menores salgan a navegar y aprendan cómo es el funcionamiento de un barco y las diversas características de estos.
Además, los visitantes que acudan al evento podrán hacerlo como verdaderos marineros, ya que los organizadores proporcionan taxis acuáticos para llegar desde el centro de Miami a los nueve muelles de la marina del Miami International Boat Show.
Motores de última generación, materiales de primera calidad y el equipamiento más puntero convierten a Miami en la capital de la industria náutica durante cinco días en los que el lujo y el entretenimiento se unen.