México, 2 mar (EFE).- El miedo y la desinformación que desataron los primeros casos de coronavirus en territorio mexicano han provocado en las farmacias y pequeños comercios desabasto de productos como cubrebocas y gel antibacterial, cuya eficacia para prevenir el contagio ni siquiera está acreditada.
Pese a la recomendación del Gobierno federal de evitar compras de pánico, los ciudadanos han abarrotado los negocios, que se han quedado sin estos insumos desde la confirmación de los primeros contagiados de COVID-19 en México, que suman seis desde el viernes, el más reciente este lunes en el central Estado de México.
«Se molestan porque no hay cubrebocas, pero no tenemos dónde abastecernos, no tenemos a dónde ir a comprar. Ya incluso la dueña fue a ver a dónde cubríamos eso, pero no hay», contó a Efe Angela Soriano, vendedora en una pequeña farmacia en un barrio del poniente de Ciudad de México.
Además del último caso, existen dos pacientes con COVID-19 en la capital mexicana, uno en el estado de Sinaloa, otro en Coahuila y uno más en Chiapas, lo que significa que hay casos en el sur, centro y norte del país.
Aun así, las autoridades sanitarias han insistido que no existen condiciones para declarar una emergencia al argumentar que todos los casos «son importados» al estar relacionados con viajes al norte de Italia y que han presentado síntomas leves.
Adán Torres, un joven dependiente de una farmacia de cadena, desestimó la amenaza al reconocer que el miedo orilla a la gente a comprar en exceso cubrebocas y gel antibacterial, además de productos como guantes de látex, vitaminas, desinfectantes y cualquier cosa que implique un efecto placebo.
Sin embargo, mostró preocupación porque desde febrero hay escasez de estos insumos.
«Se fueron yendo hasta quedar agotados realmente y pues no es culpa como tal de nosotros, es más de los proveedores, al tener que surtir a las empresas con mayor demanda, porque a ellos también les conviene no surtirnos 10 piezas que, por ejemplo, a una empresa surtirle un millar», contó a Efe.
CUESTIONAN ESTRATEGIA
Al confirmar un desabasto de cubrebocas y antibacteriales en las 26 metrópolis del país, el presidente de la Alianza Nacional de Pequeños Comerciantes (ANPEC), Cuauhtémoc Rivera, argumentó que el Gobierno federal pospuso «su obligación de informar» y relativizó el problema hasta que llegó el COVID-19 al territorio.
«Esa postura fue contraproducente porque con la información previa inexistente más la confirmación de los primeros casos de coronavirus en México el resultado final fue pánico. La gente entró en pánico porque no estaba enterada, aún no está enterada del todo, falta mucho por informar», aseveró en entrevista.
Aunque no hay una estimación exacta de la afectación, el líder de la ANPEC explicó que las compras de pánico impiden que las personas gasten de manera informada su dinero, que exista especulación de precios y que los vendedores ambulantes aprovechen la crisis.
Por ello, pidió la intervención de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco).
«Nosotros vemos en todo esto la necesidad de que el Estado mexicano gire su política de comunicación, que sí tome con más fuerza y seriedad esta amenaza de pandemia, que siga los lineamientos que marca la Organización Mundial de la Salud», dijo.
ADVIERTEN DE INEFICACIA
Esta situación ocurre pese a que el Gobierno de México pidió este lunes evitar el consumo masivo de cubrebocas y de gel antibacterial porque no previenen el contagio.
«El cubrebocas no sirve para protegernos. Uno convencional no disminuye el riesgo de coronavirus, de influenza ni de más de 200 virus que existen», sostuvo el subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell, en la rueda de prensa matutina del presidente, Andrés Manuel López Obrador.
Al ver la actitud de sus clientes, algunos comerciantes, como Óscar Morales, están de acuerdo con el funcionario, quien recomienda lavarse las manos y evadir el contacto directo con otra gente.
«Yo creo que debería estar mucho más informada la población, leer un poco más de medios transmisión para que estén enterados de no hacer este tipo de compras a lo absurdo. No digo que esté mal, pero sí que tengan un poco de conciencia», indicó Morales mientras atendía su farmacia.