Moscú, 29 ene (EFE).- Mientras se despeja el futuro de su posible sede en Barcelona, el Museo del Hermitage de San Petersburgo, una de las pinacotecas más importantes y antiguas del mundo, tiene la vista puesta en el exterior a fin de difundir su legado más allá de Rusia.
Entre sus planes de expansión a corto plazo se encuentra una sede en alguna ciudad China, todavía sin decidir, así como diversos centros en varias ciudades rusas, incluida la capital, Moscú.
En España, sin embargo, su proyecto se encuentra en discusión. El Ayuntamiento de Barcelona informó el lunes de que rechaza la ubicación de la sede del Hermitage en la Bocana Norte del Puerto, aunque se expresó abierto a una «reformulación» del proyecto y a otras ubicaciones alternativas.
Poco después, el martes, el Ayuntamiento de Madrid anunciaba que iniciará conversaciones con el museo ruso para evaluar la posibilidad de ubicar una sede de la pinacoteca en la capital.
De momento, el Hermitage no ha querido pronunciarse sobre el futuro del proyecto en España. Su director, Mijaíl Piotrovski, decía a Efe en noviembre pasado que la filial del museo en Barcelona era «un gran proyecto», cuyo objetivo era ayudar a una ciudad masificada por los turistas y no suponer una molestia más.
Sin embargo, en declaraciones al medio alemán Deutsche Welle, Piotrovski señaló también a finales de año que si los trámites para la construcción del centro, acordada en 2012, se postergaban por más tiempo, la pinacoteca podría empezar a buscar otras sedes para el proyecto.
DE ÁMSTERDAM A PEKÍN
El Hermitage, cuya colección está formada por más de tres millones de piezas, abrió su primera filial extranjera en Ámsterdam, en 2004.
Cinco años después cambió de dirección para mudarse a un edificio del siglo XVII a orillas del río Ámstel, donde se encuentra en la actualidad.
La franquicia neerlandesa del legendario museo ruso ocupa una superficie de 12.846 metros cuadrados, que incluyen varias salas de exposiciones y de lectura, así como un centro educativo infantil.
Al propio Hermitage no le gusta la palabra «filial» para describir sus centros en el exterior, puesto que estos son gestionados por personas jurídicas del lugar donde se encuentran.
«Toda la infraestructura es local y la persona jurídica también. Nosotros ponemos el contenido, haciendo las exposiciones», explicó Piotrovski en una entrevista en la página web del museo.
Este año, el Hermitage tiene previsto dar un paso más en su expansionismo cultural para abrir centros de exposiciones en China, en concreto en Pekín y Shanghái, según dijo el director a Efe a finales de 2019.
Además de los mencionados centros, el principal museo ruso también tiene una representación en Italia.
La Fundación «Hermitage-Italia», ubicada en la actualidad en Venecia, se ocupa de organizar muestras del Hermitage en Italia, además de organizar programas de capacitación para el personal de la pinacoteca rusa y llevar a cabo labores investigadoras.
FILIALES EN RUSIA
En Rusia, el Hermitage posee una amplia red de colaboraciones con distintas regiones a través de la apertura de diversos centros culturales y de exposiciones. Uno de ellos fue inaugurado en 2010 en Víborg, ciudad portuaria rusa en la frontera con Finlandia, que se ha convertido en una gran atracción turística.
Cinco años atrás el museo ruso abrió en Kazán su primera franquicia en una región rusa, mientras que en noviembre de 2019 se inauguraba en Omsk su representación oficial en la región siberiana rusa.
Sus planes de expansión prevén también la apertura de centros en Yekaterimburgo (Urales), Vladivostok (Lejano Oriente) y Kaluga (parte europea del país), entre otras ciudades.
En Moscú el Hermitage también planea tener presencia a través de una franquicia, cuya sede estaría lista para 2024, de acuerdo a las estimaciones preliminares.
Fundado un 7 de diciembre de 1764 por Catalina la Grande, el Hermitage es uno de los museos más antiguos del mundo -el Louvre abrió en 1793 y El Prado en 1819-, sólo superado por Uffizi que data del siglo XVI.
En 2019, la pinacoteca rusa registró unas 4,5 millones de visitas en su histórica sede en la capital imperial rusa.