La fuerte presión ejercida por las turbas de migrantes obligó a los agentes de Migración y de la Guardia Nacional a abortar el operativo que se les ordenó para tratar de bajarlos por la fuerza de los dos trenes que permanecieron varados en Cosío y San Francisco de los Romo, por lo que en la madrugada de ayer ambos trenes cargueros reanudaron su marcha hacia sus puntos de destino.
Los agentes de seguridad se vieron obligados a dar marcha atrás a su plan antimigrantes luego de que hondureños, venezolanos, haitianos, colombianos y demás migrantes se pertrecharon en las unidades y no sólo se negaron a bajarse de los trenes sino que se hicieron de piedras, palos y tubos para defenderse de cualquier agresión que pudieran sufrir de parte de los elementos que participaron en el operativo fallido.
Enterados de la intención que se tenía por parte de las autoridades migratorias para desalojarlos de los trenes y abandonarlos a su suerte, los migrantes se opusieron de manera sistemática a bajarse de los equipos del kilométrico ferrocarril y sólo algunos de ellos lo hicieron, tanto para recibir el apoyo en víveres que les acercó la gente, como para dialogar con los funcionarios y elementos del Instituto Nacional de Migración que los recibieron en las afueras del patio de maniobras de Ferromex.
De parte de los agentes hubo intentos por desintegrar los grupos y a las familias para obligar a los migrantes a desistirse de continuar con su travesía, por lo que en ciertos momentos hubo reclamos airados y amenazas de unos y otros, sin que por fortuna se llegara a los extremos, luego que después de un tiempo se le dio salida al kilométrico tren con los más de 3 mil indocumentados.
“Lo que más se cuidó es que la cosa no se saliera de control porque entonces sí quién sabe cómo se hubiera puesto la situación debido a que los migrantes se molestaron demasiado cuando se les advirtió que no se les permitiría seguir arriba de los trenes”, mencionó uno de los agentes de Migración, tras reconocer que será prácticamente imposible evitar que se siga presentando este problema por la estampida de personas de otros países que buscan llegar a como dé lugar a los Estados Unidos.
La situación se tornó delicada y de riesgo en el momento de que en las inmediaciones de la estación de Chicalote un importante grupo de hombres que viajaban en el tren descendieron de las unidades para hacerse de cualquier objeto que les permitiera defenderse en caso de que hubiera alguna agresión en su contra, siendo esto lo que propició que la gente que participó en el operativo se replegara y decidiera junto con la gente de la empresa ferroviaria darle salida al tren con todo y migrantes a bordo.
Ocurrió lo mismo en el caso del tren que permaneció más tiempo varado en la zona conocida como Punta, perteneciente al municipio de Cosío, puesto que al no poder convencer a los migrantes para desalojar el tren, a final de cuentas se le tuvo que dar salida hacia el siguiente punto, en este caso Torreón, a donde se llegaría la mañana de hoy lunes.