El presidente de Argentina, Javier Milei, defendió este sábado que la política de ajuste desarrollada por su Ejecutivo «sirve para reconstruir el país que ustedes destruyeron», en alusión al peronismo, a raíz de un discurso ofrecido por la exmandataria Cristina Fernández (2007-2015), quien criticó al ultraliberal.
«La gente se caga de hambre porque ustedes durante décadas defendieron un modelo que se basaba en gastar sin límites y falsificar dinero para tapar el agujero. El resultado es un país destruido con 60 % de pobres. ¿De qué sirve lo que estamos haciendo? Sirve para reconstruir el país que ustedes destruyeron…», publicó el ultraliberal en su cuenta de la red social X.
Fernández acusó este sábado a Milei de «anarcocolonialismo», haciendo un juego de palabras con la doctrina que él preconiza, el anarcocapitalismo, y le pidió «un golpe de timón» en sus políticas de ajuste.
En su primer acto público y presencial desde que el 10 de diciembre hubo el cambio de Gobierno entre el peronista Alberto Fernández, del que ella era vicepresidenta (2019-2023), y Milei, y arropada y jaleada por miles de simpatizantes y correligionarios, la exmandataria cuestionó algunos logros económicos exhibidos por el Ejecutivo.
Fernández se refirió al discurso ofrecido en cadena nacional días atrás por el presidente para anunciar el superávit fiscal y financiero logrado en el primer trimestre de 2024 como producto de su drástico plan de ajuste y que, según ella, «no tiene sustento».
En su alocución de una hora y media de duración, que tuvo lugar en la inauguración del Microestadio Presidente Néstor Kirchner, en la localidad de Quilmes (provincia de Buenos Aires), Fernández indicó que no cuestiona la legitimidad de Milei como presidente, porque reconoce «lo inapelable que es el voto popular».
No obstante, afirmó que «la legitimidad de origen también necesita legitimarse en los resultados de la gestión» e interpeló a Milei: ‘Hermano, te puede haber votado el 60 %, pero si luego, cuando eres Gobierno, la gente se caga de hambre, pierde el trabajo, aumenta la desocupación, no puede llegar a fin de mes… ¿de qué sirve?'».
El evento tuvo lugar en coincidencia con el 27 de abril de 2003, fecha en que su esposo, el ya fallecido Néstor Kirchner, fue segundo en la primera vuelta de las elecciones, por detrás del exmandatario -y también peronista- Carlos Menem (1989-1999), quien renunció a presentarse en segunda vuelta, por lo que Kirchner se convirtió en presidente (2003-2007).