Buenos Aires, 5 ene (EFE).-
El presidente de Argentina, Javier Milei, viajó este viernes hacia Río Gallegos (provincia de Santa Cruz), desde donde el mandatario tiene previsto trasladarse a la Antártida este sábado junto al director de la OIEA, Rafael Grossi, para poner en marcha un programa de política medioambiental.
En un vuelo que despegó desde el Aeroparque Jorge Newbery, en la Ciudad de Buenos Aires, poco después de las 17.30 horas (20.30 GMT), el mandatario inició así su primer viaje lejos de la capital y de la provincia homónima desde que asumió la Presidencia del país, el pasado 10 de diciembre.
Si las condiciones meteorológicas lo permiten, Milei y Grossi visitarán la Base Antártica Conjunta Marambio junto a la canciller argentina, Diana Mondino; el ministro de Defensa, Luis Petri; y el del Interior, Guillermo Francos.
En el continente blanco, el mandatario argentino participará en el lanzamiento de la Iniciativa NUTEC Plásticos, un proyecto emblemático del OIEA para abordar el problema mundial que supone la contaminación de los océanos por ese material.
Esta iniciativa es una colaboración entre la OIEA y el Programa Antártico Argentino que tiene como objetivo de monitorear la contaminación marina a causa de los microplásticos en las costas del continente, así como su eventual tratamiento y reutilización.
El viaje a la Antártida se gestó el jueves 28 de diciembre, cuando el director del Organismo Internacional de Energía Atómica inició su visita a Argentina y fue recibido por el líder de La Libertad Avanza (ultraderecha) en la Casa Rosada.
Milei ha sido muy criticado por organizaciones ecologistas, que le acusan de ser un negacionista de la crisis climática y un detractor de las causas medioambientales.
De hecho, las medidas referidas a esta materia incluidas en el megaproyecto de ley que envió la semana pasada al Parlamento para obtener amplios poderes legislativos ponen en un serio riesgo la protección de bosques, glaciares y otras fuentes de recursos naturales, según los ecologistas.
La base Marambio, fundada en 1969, es una de las trece -siete de ellas permanentes- que mantiene Argentina en la Antártida. Está integrada por 160 personas en los meses del verano austral y 75 en el invierno.