México, 11 mar (EFE).- Alrededor de 13 millones de mexicanos padecen algún grado de enfermedad renal crónica pero apenas 150.000 reciben algún tratamiento dialítico, según aseguraron expertos este miércoles.
En el marco del Día Mundial del Riñón, a conmemorarse este 12 de marzo, el médico Antonio Méndez Durán, nefrólogo y coordinador de programas médico del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), señaló que de estos, apenas 150.000 reciben algún tratamiento dialítico.
La diabetes mellitus, agregó, es una de las principales causas para desarrollar la afección en el riñón y en México la prevalencia es de 12 a 14 %, lo que quiere decir que entre 12 a 15 millones de mexicanos viven con diabetes.
La hipertensión arterial, que 32 millones de personas padecen en México, es otro de los factores de riesgo para la enfermedad renal crónica.
«Estamos hablando de que uno de cada 4 adultos padece hipertensión y de estos uno va a desarrollar insuficiencia renal», dijo.
El experto Gonzalo Méndez Torres coincidió en que la diabetes es una de las principales causas para desarrollar insuficiencia renal crónica y añadió que entre 30 y 35 % de estos pacientes se verán afectados del riñón.
De acuerdo con la organización del Día Mundial del Riñón existen 850 millones de personas en todo el mundo que sufren de enfermedad renal crónica, un padecimiento que causa la muerte prematura, principalmente por falta de diálisis o hemodiálisis a entre 2,3 y 7,1 millones de personas.
El doctor Méndez Durán destacó que el riñón no sólo se encarga de la eliminación de toxinas y producción de orina ya que este órgano «controla la presión arterial, el metabolismo mineral óseo que permite la salud de nuestros huesos y dientes y estimula la producción de sangre», dijo.
Así que cuando el riñón presenta alguna falla la persona presenta hipertensión arterial, una baja de calcio en la sangre y anemia. Y si la dolencia se agrava, se incrementa el nivel potasio en la sangre y este es responsable de arritmias y paros cardiacos.
Además cuando la persona no puede eliminar por completo el líquido del cuerpo este comienza a hincharse por dentro y por fuera, provocando que «los pulmones acumulen agua, haciendo un derrame pleural y en el corazón se presenta un derrame pericárdico», explicó.
Desafortunadamente, añadió Méndez Torres, durante sus primeras etapas la enfermedad es asintomática y el paciente no se percata de que la padece hasta que está muy avanzada, por ello se le conoce como el asesino silencioso.
Los signos que se observan en etapas avanzadas son «cansancio extremo y agotamiento», cuando «el paciente pierde la capacidad de respiración interna y se siente sin fuerza incluso para realizar sus funciones primarias», determinó.
Para poder detectar a tiempo este padecimiento, subrayó, es importante la realización de un examen de orina con el cual se puede saber si una persona tiene algún daño en el riñón.
En tanto, para la prevención, ambos especialistas recomendaron un cambio de hábitos en cuanto a la alimentación, disminuir el consumo de bebidas azucaradas, así como el tabaquismo.