Londres, 13 may (EFE).- Varios millones de personas con patologías en el Reino Unido corren un alto riesgo para su salud en caso de contraer COVID-19 en el regreso al trabajo si no se aplican las medidas adecuadas, advierte un estudio publicado por «The Lancet».
La investigación, elaborada por un equipo de University College London encabezado por Amitava Banerjee, observa que este colectivo, con enfermedades como diabetes, respiratorias, cardiovasculares u obesidad, no ha sido incluido por el Gobierno dentro del grupo de máximo riesgo que debe autoaislarse durante doce semanas.
El Ejecutivo, que desde esta semana pide el retorno al trabajo de los empleados que no puedan hacerlo desde su casa, considera dentro de ese grupo de máximo riesgo a unos 2,5 millones de ciudadanos, entre ellos personas inmunodeprimidas.
Sin embargo, señala el estudio, si no se toman medidas específicas para proteger a ese segundo grupo con patalogías, tienen más riesgo de morir si contraen el virus, lo que, según cálculos del periódico «The Guardian», podría elevar el índice de mortalidad anual por la pandemia a unas 73.000 personas.
Según datos del ministerio de Sanidad, 32.692 personas han muerto hasta el martes por COVID-19, si bien otras estadísticas indican que los decesos atribuibles al virus podrían superar ya los 40.000, y la cifra sería mucho mayor si se incluye a personas con patologías que mueren por efecto indirecto.
El análisis en «The Lancet» ofrece herramientas para prevenir las muertes relacionadas indirectamente con el virus al estudiar lo que ocurre en diferentes escenarios con más o menos medidas de prevención.
En declaraciones a Efe, Banerjee manifiesta que es crucial que el Gobierno dé «indicaciones claras» a las personas vulnerables sobre el riesgo que afrontan durante el proceso de desescalada del confinamiento, que ha empezado esta semana en este país.
Estas personas «deberían trabajar desde casa hasta que hayamos establecido que los lugares de empleo y el transporte público son seguros para mantener la distancia personal», afirma.
El científico advierte de que, dado que ese colectivo es el que sufre más ingresos en cuidados intensivos (UCI) y muertes en todos los países, a medida que se suaviza el confinamiento hay que asegurar que «reciben orientación y la protección adecuada».
Además se debe «priorizar» en la Sanidad pública al tratamiento de las patologías de riesgo, incluso en el contexto de la pandemia, señala.
En los lugares de trabajo -añade-, deben implantarse «medidas claras y adecuadas de distancia personal» para estos ciudadanos, ya que, si vuelven al trabajo sin la suficiente protección, «la tasa de infección subirá, y estas personas resultarán las más afectadas, y habrá miles de muertes adicionales».
Según el experto, se requieren tres medidas clave: «reducir la tasa de infección en la población general»; disminuir «el riesgo de fondo» tratando las patologías previas y el de «muertes adicionales» de personas de alto riesgo (con medidas de distanciamiento adecuadas y una orientación clara); y comunicar «claramente» a las personas su riesgo personal ante al enfermedad.
Los sindicatos británicos han criticado al Gobierno por alentar el retorno al trabajo en Inglaterra sin poner medidas suficientes para garantizar la seguridad de los empleados.
En una declaración parlamentaria este miércoles, la directora del regulador británico de riesgos laborales, Sarah Albon, ha subrayado que las empresas que no puedan garantizar la seguridad de su plantilla no deberían reanudar su actividad.