Ante la iniciativa de reforma al Poder Judicial, la ministra de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), Yasmín Esquivel Mossa, manifestó que no podemos pensar que al modificar solamente el procedimiento de designación de las personas juzgadoras mágicamente se va a resolver el problema de justicia, el rezago la lentitud en los procedimientos o la impunidad en la comisión de los delitos.
Durante el foro sobre la reforma judicial «Efectos en Beneficio de la Ciudad de México», la ministra señaló que estos son problemas y en la mayor parte de los casos no tienen que ver con el tema de los servidores públicos concretamente, sino con deficiencias que atañen a otro tipo de aspectos que deben analizar.
«También de ahí, que debamos evitar suponer que la reforma judicial es una especie de sanción a las personas juzgadoras que retribuye el mal desempeño, pues quienes hemos servido a la impartición de justicia desde diferentes órdenes de gobierno, conocemos en forma directa la escasez con la que se trabaja y el mucho esfuerzo que se invierte en ello», manifestó Esquivel, acompañada de la ministra Loretta Ortiz Ahlf y legisladores.
En el patio Octavio Paz de la Biblioteca de México, Esquivel llamó a reflexionar y trabajar en la búsqueda de la unidad en el resultado de estas reformas de quienes legislan: «no estén divorciados de quienes juzgan para que se pueda dar una reforma al Poder Judicial con el voto popular de los ciudadanos y que pueda armonizarse justamente para darle justicia a todos desde este proceso».
Agregó que no pueden fallar después de esta reforma: «no podemos nosotros como Estado Mexicano fallar en la reforma más importante que exigen los mexicanos».
Aseveró que unidad no es uniformidad de pensamiento, sino que dentro de la diversidad de enfoques que naturalmente tenemos, veamos la mejor forma de resolver el primer obstáculo que se nos plantea y que consiste en avanzar en la elección de las personas juzgadoras dentro la de la variedad de posibilidades que existen.
En su intervención, la ministra Ortiz destacó que la reforma también plantea la austeridad del Poder Judicial federal y de los poderes judiciales locales, pero principalmente del poder judicial federal, es decir, los ministros que estén en funciones cuando en el momento que entre en vigor la iniciativa ya no tendrán derecho al haber de retiro, no van a tener seguro de gastos médicos mayores y desaparecen los fideicomisos.
«Es decir, todo conforme a la justa medianía… No se va a manejar con esa ostentación que hasta la fecha se ha manejado, podremos operar en una justa medianía buscando que nuestras sentencias sean en beneficio de toda la sociedad y que se haga justicia para todas las personas», puntualizó.