México, 31 ago (EFE).- La senadora mexicana Mónica Fernández, del gobernante Movimiento Regeneración Nacional (Morena), fue elegida este sábado como nueva presidenta del Senado de México en sustitución de Martí Batres tras una polémica en el seno de su partido.
Fernández, segunda mujer que ejerce el cargo en la historia de la cámara, fue elegida como presidenta del Senado para el segundo periodo ordinario de sesiones de la legislatura con el apoyo de 110 de los 128 legisladores.
La renovada mesa del Senado la completan los vicepresidentes Salomón Jara (Morena), María Guadalupe Murguía (PAN) y Jorge Carlos Ramírez (PRI); y los secretarios Citlalli Hernández (Morena), Verónica Delgadillo (MC), Nancy Sierra (PT) y Primo Dothé (Morena).
«Somos la legislatura de la paridad de género, la que pro primera vez en la historia de México integra hombres y mujeres en equidad», celebró Fernández en su discurso de toma de posesión.
La flamante presidenta prometió una conducción de la cámara «respetuosa» e hizo un alegato a favor de «los consensos y los acuerdos».
Morena postuló a Fernández en sustitución del también morenista Batres tras una polémica votación interna que evidenció públicamente las fracturas internas dentro del partido del presidente de México, Andrés Manuel López Obrador.
La riña comenzó el pasado 19 de agosto cuando se llevó a cabo una votación del grupo parlamentario a puerta cerrada en la que 33 senadores optaron por postular a Fernández, 29 decidieron mantener a Batres y dos emitieron votos nulos.
Martí Batres, quien presidía la cámara alta desde el 1 de septiembre de 2018, no reconoció el resultado de esta elección y acusó al líder de Morena en el Senado, Ricardo Monreal, de haber maniobrado en su contra.
«El senador Ricardo Monreal ensució el proceso interno del Grupo Parlamentario de Morena a lo largo de todas estas semanas y con una maniobra de último momento al dejar votar a legisladores que no eran de Morena», expresó Batres.
Pero Monreal, quien apoyó la candidatura de Mónica Fernández, dijo que la elección había sido «ejemplar» y aseveró que «las descalificaciones son injustas».
A la greña entró de pleno la presidenta del partido, Yeidckol Polevnsky, quien reprochó que «es vergonzoso que se hagan maniobras» para sustituir a Batres.
Este jueves, una comisión interna del partido resolvió que en la votación hubo «irregularidades», dado que participaron legisladores del Partido Encuentro Social (PES), y resolvió que dicho proceso quedaba invalidado.
Batres celebró esta resolución como una «victoria moral» aunque descartó postulase de nuevo a presidir la cámara, mientras que Monreal desoyó esta impugnación y mantuvo la candidatura de Mónica Fernández.
Ante esta crisis interna, el presidente López Obrador amenazó que si el partido «se echa a perder», renunciará a su militancia e incluso pedirá que cambie de nombre la formación que él mismo fundó.