México, 5 dic (EFE).- El expresidente de Bolivia, Evo Morales, asilado en México, «saludó» este jueves la tradición diplomática de Uruguay al solicitar activar la cláusula democrática ante el Mercosur.
«Saludamos tradición diplomática de Uruguay, en su defensa de la institucionalidad, por solicitar la activación de cláusula democrática que censura a golpistas que pisotearon la democracia de Bolivia», dijo Evo Morales en Twitter.
En este breve mensaje en la red social, añadió: «La comunidad internacional rechaza la ilegal proclamación del gobierno de facto», en referencia al Ejecutivo de Jeanine Áñez.
El gobierno saliente de Uruguay hizo un pedido este para aplicar los mecanismos previstos en el Protocolo de Ushuaia sobre el compromiso democrático de los países que integran el Mercosur (Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay) y los Estados asociados Bolivia y Chile.
La víspera, en una reunión ministerial, el canciller uruguayo saliente, Rodolfo Nin Novoa, pidió que se aplicara la «cláusula democrática» del bloque a Bolivia, lo cual no tiene cómo prosperar, ya que las decisiones de esa naturaleza en el Mercosur deben ser unánimes y ni Brasil y Paraguay lo respaldarían.
No obstante, la decisión ha sido aplaudida por Evo Morales y criticada por miembros del gobierno entrante de Uruguay, que encabezará Luis Lacalle Pou, del Partido Nacional (PN, centroderecha).
Ernesto Talvi, integrante de la coalición que ganó las elecciones presidenciales en Uruguay, lamentó este jueves que el canciller saliente del país, Rodolfo Nin Novoa, pidiera ante el Mercosur aplicar la llamada «cláusula democrática» a Bolivia sin consultar con el Gobierno entrante.
«Lamentamos que el canciller Nin Novoa haya tomado una decisión tan importante sobre el tema de Bolivia sin consultar con el Gobierno entrante. Sería deseable que entre todos consigamos mejorar la política: hacer del juego limpio una ‘política de Estado'», escribió el senador electo -que se prevé sea el futuro canciller de Uruguay- en su cuenta de Twitter.
El expresidente boliviano Evo Morales abandonó su país el pasado 11 de noviembre después de que las Fuerzas Armadas lo forzaran a dejar el cargo y recibió asilo en México.
La renuncia de Morales ha sido calificada como «golpe de Estado» por varios Gobiernos y políticos latinoamericanos. Otros países han reconocido al Ejecutivo interino de Jeanine Áñez, mientras que parte de la comunidad internacional ha instado al diálogo sin pronunciarse sobre la crisis política.